lunes, 21 de marzo de 2016

Defender la alegría como una trinchera

Ayer La Loma se llenó de Carnaval y quedó bien clarito que la cultura en la calle no se negocia, la calle se baila, se canta y se siente, porque la calle es de todxs. 


“Carnaval itinerante” es una agrupación formada por artistas y personas amantes del carnaval, cada año van variando de barrio organizando un festejo de carnaval independiente y autogestivo, articulando con organizaciones que forman parte de cada barrio, buscando lograr un resultado genuino y enriquecedor, este año se llevó a cabo en el barrio de La Loma, en la esquina de 19 y 41, y coordinó con la Murga Tocando Fondo, una de las murgas históricas de la ciudad de La Plata, nacida en 1995 con el afán de recuperar el carnaval en la calle, el carnaval que se habían robado quienes quisieron que tengamos triste el corazón.

El Carnaval en el barrio de La Loma estaba programado para el día 5 de marzo, sin embargo ese día no se pudo salir a festejar, parece que a la “revolución de la alegría” le pareció un exceso que el barrio salga a reunirse en la calle y a apropiarse del espacio público. Decidieron, entre amenazas, no otorgar los permisos necesarios y control urbano se negó a cortar la calle. 

Lejos de frenar la organización del carnaval, la comisión organizadora, junto con vecinxs del barrio, cuerdas de candombe y murgas, realizaron una asamblea y se reprogramó la fecha para el domingo 20 de marzo, porque la alegría no se la roban nunca más y el camino para lograrlo es la organización. 

Por eso el domingo 20 de marzo, el barrio se vistió de banderines de colores para ser el mejor anfitrión de las cuerdas de candombe y de las murgas, en cada baile se sintió que había una necesidad de estar ahí gastando las zapatillas en la calle. Se realizó también el histórico concurso de disfraces ganado por Ofelia, una vecina de 72 años y su disfraz de zanahoria, quien contó en el escenario lo feliz que estaba de poder volver a ver a su barrio envuelto en espuma de carnaval. 

Cuando empezó a caer la noche se prendieron las lucecitas y llegó la hora de la murga Tocando Fondo, envueltxs en estandartes negros y amarillos, la murga emocionó a quienes la vimos tanto con su baile como con sus consignas, nos recordó que “aunque las penas sobren y falte la guita” hay que salir a bailar la calle y traer con el canto a quienes hoy siguen vivxs en la lucha, por eso levantaron en sus voces a Luciano Arruga, a Miguel Bru, a Sandra Gamboa, a las víctimas de gatillo fácil,a las de la tragedia de Once y de Cromañon, porque entienden que el carnaval también es memoria y es resistencia a que nos sigan pegando abajo.

Antes de que Tocando Fondo toque su retirada, les dijeron que había una sorpresa preparada, y un grupo de aproximadamente veinte personas, compuesto por integrantes de otras murgas e independientes que pasaron por la historia de Tocando Fondo, subió al escenario y cantó una canción vieja de la murga a modo de homenaje, reforzando así que el Carnaval en la ciudad tiene una historia compartida y colmada de fraternidad.

La fiesta continuó de la mano de La Gran Puta, murga de mujeres a la uruguaya, que florece en el carnaval e hizo reír y bailar al público con su espectáculo, seguidas por la percusión de la mano de Barahúnda y cerrando la noche a puro baile con la banda Cachitas Now!

De esta manera se logró que se lleve a cabo una fiesta popular y autogestiva, que priorizo apostar a las construcciones colectivas, y reafirmó que la alegría no son globos de colores, sino una fuerza capaz de revolucionarnos.

Por María Carriquiri - Otro Viento








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