miércoles, 18 de junio de 2014

CARROÑA Y UN POCO MAS…


Luego de un vuelo circundante (casi  como en un ritual) a varios metros de la presa malherida, o generalmente ya desfallecida, se lanza a pique el comensal…

Muchos  se ha dicho ya sobre los famosos “fondos buitres” que sobrevuelan nuestro país. Mientras el tema avanza, muchas dudas quedan en el aire, ¿qué son?¿De dónde vienen y  hacia dónde van?




Unos años atrás…

Corría el año 2001 y el país vivía una de las peores crisis económica, política y social de su historia. Con una deuda que representaba el 160 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI), y un nivel de reservas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) insuficiente para hacer frente a la misma, el defaultera más que evidente. La representatividad presidencial mostraba un debilitamiento inconmensurable, con un Fernando De la Rúa escapando de la “Rosada” en helicóptero, y un descontento social generalizado, materializado en las calles.

El 23 de diciembre, tres días después de la huída del ya ex presidente, el país se declaraba en cesación de pagos de la deuda soberana. La economía neoliberal de los ’90 dejaba entrever sus verdaderas consecuencias y exponía a propios y ajenos, lo que en realidad significaba una economía de mercado y su consiguiente apertura a capitales privados.

Como dijera Cristina Fernández en la última Asamblea General de las Naciones Unidas, la crisis del 2001 dejaba como saldo cifras tristísimas. El 25 por ciento de la población estaba desocupada, el 54 por ciento vivía en la pobreza y poco más del 30 por ciento de los argentinos era indigente.
Un país arruinado, signado por una reforma estatal de marcado de tinte neoliberal que empezó con Martínez de Hoz (Ministro de Economía entre 1976 y 1981) y el crédito pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) por la suma multimillonaria de 110 millones de dólares, y que siguió su curso de la mano de Carlitos y su aceptación casi religiosa a todas las recetas que el organismo internacional imponía para financiar al país y “salvarnos” de la crisis. Sí, Menem lo hizo.

Algunos de los bonistas, alrecibir la noticia del default optaron por vender los títulos de deuda que poseían a cualquier precio; era necesario deshacerse de los mismos. “Mejor pájaro en mano, que cien volando”, decían. Era un momento de plena incertidumbre para el mercado financiero.  La deuda tomaba la calificación de “bono basura” y su valor en ese momento era, nada más ni nada menos, que cero, dado que el default no es otra cosa que el anuncio de la incapacidad de un país para hacer frente al pago de sus obligaciones.

¿A qué nos referimos con deuda o bonos soberanos?

Un Estado (tanto Nacional, como Provincial y Municipal) para financiarse tiene, en resumidas cuentas, tres caminos. El primero son los impuestos cobrados a todos los ciudadanos. El segundo implica la venta de bienes que son propiedad del Estado, tales como empresas públicas, terrenos fiscales, cesión de espacios públicos, etc. Y el tercero, es su capacidad para endeudarse (tomar un préstamo) o emitir deuda, lo que en la práctica se cristaliza en la emisión de un bono.

El bono emitido, al venderse, permite al Estado hacerse de dinero mientras que el comprador obtiene el derecho a recibir pagos a lo largo del tiempo de cierta cuantía (que incluye el pago del valor nominal*(1) del bono más intereses). Generalmente, esta opción no representaría un riesgo para el gobierno, dado que si los bonos se pagasen en pesos argentinos y el Estado no tuviese dinero suficiente en el Tesoro Nacional al momento del pago (dado los ingresos por impuestos o ventas de bienes) lo único que debería hacer el gobierno es “imprimir más billetes” nominados en pesos, y de esta manera, abonar la deuda en tiempo y forma. 

Estos bonos son denominados “soberanos”, para diferenciarlos del resto en cuanto a que son emitidos por el Estados Nacional, y su valor de mercado es una referencia para los distintos mercados del mundo. El punto destacable se encuentra en la posibilidad que tiene el Estado de emitir dinero, lo que hace imposible que caiga en default o quiebre, siempre que deba cancelar la deuda en su misma moneda.

Muy distinta es la situación si, en cambio de abonar los bonos en pesos, deben abonarse en dólares (u otra moneda), como en este caso. ¿Cuál sería el problema entonces? Muy fácil. Si el país no tiene los dólares, no puede pagar la deuda. Esto es lo que motivó en principio (sumado a los problemas acarreados por el Plan de Convertibilidad) el famoso “Corralito” y es en parte, lo que explica hoy el “Cepo” al dólar.

¿Cómo aparecen los fondos buitre?

Siguiendo con el punto anterior, si Argentina dice que no puede pagar su deuda (y en ese momento tampoco se sabía si podía hacerlo en un futuro), el valor del bono es, técnicamente, cero. Acá es donde aparecen los fondos buitre. Fondos, porque en si son un conjunto de personas o empresas que se juntan para invertir grandes sumas de dinero; y Buitre porque se especializan en comprar este tipo de deuda, denominada “bonos basura”, cuando el país entra en default, actuando justamente como los buitres, aves carroñeras si las hay.

Los bonos en litigio fueron comprados en un 20 o 30 por ciento de su valor nominal, y gracias a su gran poder de lobby, es que los fondos buitre intervienen en la justicia norteamericana solicitando el pago del 100 por ciento del valor nominal del bono más los intereses adeudados, habiendo hecho caso omiso a los canjes de deuda propuestos por Argentina.

Por este último motivo es que uno se refiere a que los mismos realizan una actividad meramente especulativa (y a pesar de estar prohibida por leyes estadounidenses). Especulativa porque, en primera medida,  habiendo comprado los bonos a un precio irrisorio, si en un futuro verdaderamente no se abona el pago de los mismos, no habría un problema de grandes magnitudes debido a que la deuda se está comprando a un país/empresa en quiebra.

Pero ante la mínima señal de recuperación (tal como sucedió en Argentina) y la seguridad que genera la presencia de reservas, capaces de soportar el pago de la deuda, los fondos actúan. Y dejar pasar los canjes de deuda propuestos por el gobierno, con quitas sustanciales en los valores de la deuda, demuestran aún más la especulación con la que juegan estos fondos de inversión.

¿Qué son los canjes de deuda de 2005 y 2010?

Reestructurar una deuda implica convertir esa deuda en una nueva, es decir, tomar el total del monto adeudado a ese momento, y dividirlo en nuevas cuotas a lo largo del tiempo adicionándole el cálculo de un nuevo interés. A este concepto se lo suele denominar como re-financiación. 

Demostrando intención de pago, el Estado argentino abrió dos canjes para la reestructuración de las deudas contraídas. En el año 2005 durante el gobierno de Néstor Kirchner y con las negociaciones de Roberto Lavagna se abrió el primer canje. En este mismo, entró el 76 por ciento de los acreedores aceptando reestructurar su deuda con una quita de poco más del 65 por ciento del valor. La reestructuración consistió en la emisión de dos bonos nuevos, cuyos pagos serían ajustados por dos variables distintas. Los del primer grupo se ajustarían por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y los del segundo se ajustarían por el PBI.

Los bonos del primer grupo (ajustados por el IPC), serían los que justificarían la intervención del gobierno en elInstituto Nacional de Estadística y Censos(INDEC) y el no-reconocimiento de la inflación, para de esta manera pagar lo menos posible. Pero  aquí aparece un inconveniente, impensado por Lavagna en ese momento, y es el crecimiento “a tasas chinas” del PBI que se dio en los años posteriores al canje.  Por este motivo, el no-reconocimiento de la inflación generaba -genera y generará-  una distorsión en el cálculo del PBI, aumentando su valor real (descontada la inflación), obligando al país a incurrir en mayores pagos por el grupo de bonos ajustados por este último índice.

Abriendo un nuevo canje en el año 2010, la adhesión de los bonistas trepó a un 93 por ciento, quedando el 7 por ciento restante fuera del mismo. Para lograr este nuevo canje, el Congreso debió interrumpir la “ley cerrojo” durante el lapso de un año. Esta ley fue una medida que tomó Lavagna en el primer canje, con el objetivo de lograr la mayor adhesión posible, impidiendo al Poder Ejecutivo re-abrir (de ahí deriva la denominación “cerrojo”) el canje de deuda, por lo cual quien no aceptara entrar en éste, debería abstenerse de cualquier tipo de reclamo futuro.

Dentro del 7 por ciento que no entró en ninguno de los dos canjes se encuentran los fondos de inversión NML Capital (con sede en Islas Caimán) y Aurelius Capital, encargados de llevar adelante los juicios en los juzgados de Nueva York y varios embargos en contra de la Argentina, como el sucedido el año pasado sobre la Fragata Libertad en Ghana.

Querido Griesa

La causa judicial llegó a manos del juez federal neoyorquino Thomas Griesa. El juez que dirime la cuestión tiene el panorama muy claro y desde el año pasado  viene fallando a favor de los fondos, y en contra de nuestro país. En el mes de octubre del año 2012 se pronunció a favor deNML y Aurelius, argumentandoque, si la Argentina no pagaba, estaba violando la cláusula de tratamiento igualitario (PariPassu), y por consiguiente que se debía pagar el 100 por ciento de lo adeudado, es decir, poco más de 1.300 millones de dólares más los intereses acumulados hasta el momento. Por este motivo, el país presentó un recurso de emergencia para detener la ejecución del fallo, y de esta manera, el caso llegó a la Cámara de Apelaciones de Nueva York.

Con la apertura de las audiencias en febrero de este año, Argentina intentó demostrar fundamentalmente que al abonar los fondos buitre, se estaría violando la misma cláusula por la cual se le impone pagar, es decir, la de tratamiento igualitario (PariPassu).

El 23 de agosto de este año, la Cámara de Apelaciones reafirmó el fallo emitido por Griesa el año pasado, exigiendo nuevamente el pago del 100 por ciento de la deuda, explicitando que la Argentina tiene capacidad de pago, porque no ha comunicado lo contrario.

Estrategia del Gobierno Hoy: la cláusula de la discordia.

La existencia de la cláusula PariPassu (que fue otra medida del primer canje), es el arma de doble filo que posee  la defensa argentina. ¿Qué dice esta cláusula? Que ningún acreedor podrá tener un trato preferencial por sobre el resto, o sea, que todos estarán expuestos a las mismas quitas de capital, condiciones y formas de pago.

En caso favorable, la cláusula implica que los fondos buitre deberían aceptar las condiciones de pago que ya aceptaron los demás bonistas durante los canjes mencionados. En caso desfavorable, si el gobierno se ve obligado a pagar a los fondos buitre el total de la deuda, se abre la puerta a que todos los demás acreedores enjuicien a la Argentina por el incumplimiento de la cláusula.

Esta misma tiene una particularidad más, que es la que hoy está jugando en el campo de batalla legal, y es que posee fecha de vencimiento. La cláusula expira el 31 de diciembre de 2014, lo cual explica la estrategia del gobierno de apelar instancia por instancia, y hasta tratar de llevar el caso a la Corte Suprema de los Estados Unidos. La idea es interponer recursos extraordinarios, y estirar el juicio lo máximo posible. Una vez expirada la cláusula, sea cual sea el pago que se deberá efectuar a los fondos buitre, el gobierno no deberá preocuparse por el resto de los bonistas.

El Discurso nacional y popular

Los buitres siguen demandando al país. Enmarcados en lo más recalcitrante del sistema financiero y el movimiento especulativo, pretenden cobrar el 100 por ciento de la deuda.El discurso oficial se basa en el pago en tiempo y forma de sus obligaciones a lo largo de la décadakirchnerista, sin embargo también se ha resistido al pago exigido por los fondos buitre.

Ahora, las deudas que pagamos ¿son del pueblo o sólo las paga el pueblo? Ni el gobierno ni los medios de comunicación hablan del origen de estas deudas. Y aquí queremos hacer hincapié. ¿Son legítimas o seguimos pagando deudas de gobiernos de facto? No podemos cerciorarnos de esto, no obstante abrimos el interrogante.

Rafael Correa, en Ecuador, no sólo desterró al FMI de sus fronteras, sino que se negó rotundamente a pagar la deuda que en la década del ’70 había sido tomada por un gobierno de facto, y para ello apeló a la creación de la “Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público”, que finalmente determinó que el 70 por ciento de la deuda era ilegítima y que no sería pagada por el esfuerzo del pueblo ecuatoriano.

Mientras tanto, sea cual sea la definición en los juzgados de Nueva York, el pueblo argentino pagará. Y seguirá pagando...



*(1) Valor Nominal: Es el valor que está escrito en el bono. Es fijo en el tiempo, a diferencia del precio, el cual varía en el mercado.

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