martes, 22 de octubre de 2013

Las dietas de estos gordos legisladores


Este 27 de octubre se convoca a todos/asa elegir a las personas que se sentarán en las distintas bancas dentro del Poder Legislativo nacional, provincial y municipal. Pero, ¿sabemos qué es lo que estamos eligiendo?

El Congreso Nacional está conformado por dos cámaras: la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, las cuales en la actualidad están compuestas  por  72 y 257 legisladores respectivamente. La primera representa a cada una de las 23 provincias que conforman el país y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con tres legisladores por cada una. Los diputados, son los que “representan directamente al pueblo” y la cantidad de los mismos es variable en función de la población.

En cuanto a la permanencia  de los cargos,la duración del mandato de los diputados es de cuatro años y la renovación de la cámara se da por mitades cada dos años.En cambio,la función de los senadores dura seis años y el Senado se renueva por tercio, también cada dos años.

Su principal actividad consiste, básicamente, en el acto de legislar, es decir, hacer o establecer leyes. Por dicha actividad, reciben una remuneración denominada “dieta”.La pregunta que cabe hacerse en este momento es: ¿ejercen la función anteriormente mencionada? Según datos oficiales de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, en el año parlamentario 2012 (considerando que el año parlamentario es de marzo a noviembre)  se presentaron alrededor  de 2120 proyectos de ley, a razón de 235 por cada mes de trabajo.



Gracias a esta labor, reciben la suma módica de 45 mil pesos  aproximadamente, sin contar los gastos de representación,pasajes (aéreos y terrestres)  y el desarraigo que reciben aquellos que viven en el interior del país.

El último acuerdo salarial de los legisladores nacionales se fijó en un 20 por ciento superior al salario que le corresponde al máximo cargo de dirección de los empleados del Congreso, según  confirmaron Amado Boudou y Julián Domínguez,Presidente de la Cámara de Diputados y Presidente de la Cámara de Senadores, respectivamente.

La justificación de los altos sueldos de un director dentro del ámbito público, se basa en parte a la equiparación que se hace con los directores de empresas privadas, dado que si los salarios no fueran fijados dentro de un mismo intervalo (entre $ 30.000 y $50.000), nadie con las capacidades requeridas para un puesto de director aceptaría tener un cargo dentro del ámbito público.

Además de lo anteriormente dicho, la justificación del sueldo de un legislador tiene que ver conlas responsabilidades y dificultades atribuidas a la tarea que asumen, ya que sus intereses no se vuelvan meramente mercantilistas dejándose comprar por el poder económico de las corporaciones y/o de terceros interesados.

Ahora bien, que los legisladores cobren estos salarios, ¿asegura un correcto desempeño en su función?, ¿es necesario un salario tan alto para no dejarse corromper?, y acaso, ¿no deberían existir controles que regulen y muestren el aumento del patrimonio de estos legisladores? ¿No deberían existir estos registros cualquiera sea el salarios de los mismos? 

Tampoco se puede saber a ciencia cierta la real vocación por legislar de las personas electas o si en verdad lo que los atrae es esta serie de beneficios. En caso de que recibieran remuneraciones equivalentes a la de un maestro,¿seguirían las mismas personas ocupando sus bancas? ¿No sería esta una forma de que se presentasen verdaderamente quienes tienen una genuina vocación por investigar e interiorizarse en las problemáticas sociales? 

Las remuneraciones percibidas por los legisladores les da la posibilidad de alcanzar un nivel de vida que difiere sustancialmente de la realidad social que viven aquellos a quienes representan. Así se da el caso de que un legislador no se va a encontrar en un transporte público, seguramente no tenga que hacer una cola para cobrar un subsidio, ni deberá atenerse a los trámites burocráticos, no llevará a sus hijos a una escuela pública, ni hará uso del servicio de salud estatal.

Entonces, ¿verdaderamente son los “representantes” del  pueblo? Este nivel de vida los acerca más a la elite empresarial que al laburante que debe tomarse un tren, un micro o hacer una combinación de ambos para cumplir con la jornada laboral. Al estar más cerca de este status social, no sería raro ver que frecuenten  los mismos lugares y que vivan dentro de los mismos barrios. A veces el lobby es inevitable…Y no sería incorrecto presumir que su visión de la realidad difiera con la del grueso de la población. 

Según  la Ley de Presupuesto Nacional 2013, sancionada en noviembre del 2012, se destinan 3.217 millones de pesos para el mantenimiento del Poder Legislativo, del cual se calcula que por lo menos un 55 por ciento se destina a los sueldos de los 329 legisladores. Para tener una dimensión del gasto, las inversiones de capital (infraestructura) en salud, educación y cultura, son de 5.726 millones de pesos. Es decir, que un cuarto de los que se gasta en la construcción de hospitales y escuelas nacionales se evapora en el mantenimiento de esta elite. 

En contraposición a la situación que venimos analizando, y para demostrar que no es un planteo utópico, podemos citar como ejemplo lo sucedido recientemente en la legislatura neuquina. Después de haber ingresado en diciembre del año pasado a dicha legislatura Raúl Godoy (Dirigente del PTS, trabajador de Zanón y Diputado Provincial por el FIT en Neuquén), presentó en febrero de este año un proyecto de ley cuyo objetivo es equiparar el sueldo de un diputado con el de un/a maestro/a. 

En palabras de Godoy: “Nosotros dijimos en nuestra campaña que íbamos a ganar lo mismo que en la fábrica y lo venimos cumpliendo, porque entendemos que no deben haber sueldos de privilegio por un lado y sueldos de hambre por el otro”, reivindicando la propuesta concreta del PTS.
Siguiendo la misma línea,Christian Castillo (Dirigente Nacional del PTS) puso énfasis en la importancia adjudicada a la rotación en la banca, marcando que sucedió un “hecho inédito que es la rotación de la banca obrera del Frente de Izquierda, que contrasta con todos esos políticos con sueldos millonarios que se atornillan a sus cargos”.

Por otro lado, pero en la misma sintonía, el diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) presentó este 21 de septiembre en la legislatura porteña, un proyecto de ley para equiparar las dietas legislativas al salario que recibe una directora o director de escuela de doble turno con 10 años de antigüedad, que actualmente ronda los11.000 pesos mensuales. En referencia a su proyecto, Bodart expresó que “apunta al control social sobre los funcionarios políticos: así se preocuparían más por mejorar los salarios docentes, que hoy son insuficientes”.


En términos concretos, el salario de estos funcionarios públicos difiere en gran cuantía de lo que percibe un maestro/a en una escuela primaria, un doctor/a en un hospital público o cualquier otro trabajador/a. Cuando en realidad, muchas veces, si comparamos el esfuerzo y lacapacidad para desempeñar la tarea que realizan, no se ven reflejados en el monto de sus "dietas".

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