martes, 16 de abril de 2013

Entrevista a los Hnos. Iaccarino

El caso Iaccarino, o como romper la Teoría de los Dos Demonios


El caso de la familia Iaccarino pone en evidencia la finalidad económica del terrorismo de Estado durante el periodo 1976 -1983. Su caso es uno de los 604 que registró hasta la fecha la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con empresarios que fueron despojados de sus bienes.





La historia de la familia comenzó en la ciudad de La Plata, donde los hermanos Rodolfo, Alejandro y Carlos - hijos de Rodolfo Genaro Valentín Iaccarino y de Dora Emma Venturino – pusieron en práctica un plan económico ideado por Alejandro a los tempranos 17 años de edad, registrado como Plan Económico Expansivo General (P.E.E.G.). En palabras del mismo “era un plan económico-social compuesto por 17 bases que apuntaba a romper con la intermediación.”

Los hermanos, aconsejados por el empresario Alejandro Shaw, se ocuparon de unir a los trabajadores de los distintos gremios de La Plata, para después dar inicio al desarrollo de su actividad empresarial. Se dedicaron a la construcción de viviendas sociales, luego a la colocación de luminarias, al asesoramiento empresarial y financiero y mediante  seis puestos de abaratamiento en la vía pública al rubro de los productos integrantes de la canasta familiar (carne, pan, verdura, fruta y lácteos) en lugares donde se proveía los productos un costo muy alto: “Llegamos a reducir el precio de la carne en un 50 % y, en algunos cortes, todavía más” explica Alejandro.

El éxito obtenido por las diferentes empresas les generó un significativo crecimiento patrimonial, con el que continuaron desarrollando su plan . En el año 1974 compraron dos Establecimientos agrícola-ganadero y forestal de 25.000 ha.; y en 1975 decidieron comprar una firma dedicada a la actividad láctea en la ciudad de Santiago del Estero. A su vez, adquirieron un avión Aerocomander Sricke-500 bimotor 0 km, versión ejecutiva, ya que viajaban continuamente por el país.

Luego de haber re-financiado la deuda que mantenía la firma anterior, se abocaron a generar una buena relación con los tamberos. “Empezámos a pagarles más del doble de lo que les pagaba Sancor” asegura Alejandro; con la idea de ir organizando una cuenca lechera en el noroeste argentino. Pero debido a la situación inflacionaria que atravesaba el país, decidieron entrevistarse con el gobernador Carlos Juárez de Santiago del Estero, para que les conceda un aumento en los precios de sus productos.

El pedido fue rechazado. Como consecuencia, optaron por pactar con distintas cooperativas norteñas productoras de lácteos (que tenían una relación muy estrecha con Sancor). Alejandro junto con el Sr. Maculus (directivo de COOTAM) y su madre emprendieron un viaje en el avión y lograron firmar un Acuerdo denominado “NOA Lechero”; el cual tenía varios articulados: de complementación tecnológica, colaboración industrial, de formación de la cuenca lechera y entre ellos, uno de no-agresión. Cuando Alejandro y el Contador de la empresa llevaron el Acuerdo al gobernador Juárez, solicitando nuevamente que diera el aumento, éste ya no podía usar su frase preferida: “…si ustedes no pueden vender más leche, yo lo traigo a COOTAM (cooperativa tucumana)”. Seis provincias firmaron el Acuerdo: Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca y Jujuy.

Estos hechos, marcan que los Iaccarino no actuaron por mero impulso, sino que por el contrario, obraron estratégicamente en la consecución de sus objetivos. Esto los convertía en peligrosos, como dice Alejandro: “éramos un grupo peligroso porque incidíamos en la formación de los precios, ámbito exclusivamente reservado a las multinacionales, y al disciplinamiento impuesto por la economía monopólica de la Escuela de Chicago.

Los hermanos Iaccarino figuraban en la lista no deseada desde los inicios del golpe de Estado que comenzó el 24 de marzo de 1976. Estaban en la lista negra, al igual que los casos Graiver (Papel Prensa), Gutheim, entre otros. Casualmente, a los Graiver los secuestran el 3 de noviembre, a los Iaccarino  el 4 de noviembre, y a la familia Gutheim el 5 de noviembre. Eso no es casualidad, el plan estaba pergeñado en detalle.
De esta manera, el 4 de noviembre de 1976, a las 8 horas de la mañana, los hermanos Carlos y Rodolfo Iaccarino fueron detenidos junto con su padre Rodolfo Genaro Valentín Iaccarino en la ciudad de Santiago del Estero. Al mismo tiempo, pero en Capital Federal, detuvieron a Alejandro y a su madre Dora Emma Venturino, quien fue liberada 17 días después. Dice Alejandro: “Nosotros pasamos por 14 lugares de detención – en cada uno de ellos recibíamos una paliza-, 9 centros clandestinos de detención (CCD) y 2 Cuerpos de Ejército: el I y el III.” Estuvieron en cautiverio 22 meses, viviendo en condiciones infrahumanas, padeciendo torturas sistemáticas, hambre, falta de higiene, tormentos psicológicos, y más. En el Comando de Operaciones Tácticas de Inteligencia Martínez (COT 1 Martínez) les dijeron: “¡Acá se terminaron las garantías constitucionales!”, pero “ya hacía meses que se habían terminado, pues al  momento de la detención, en Santiago del Estero, envían un mensaje al Primer Cuerpo de Ejército, para ver si interesaba nuestra detención y contestan a los doce días que no había motivo para ello”, relata Carlos.

Durante su detención en la Brigada de Investigaciones de Lanús con asiento en Avellaneda, denominado CCD - “El Infierno”, a cargo de los jefes - represores Bruno Trevisán y Jorge Romúlo Ferranti, ocurrieron dos hechos cruciales: la venta forzada de bienes y la visita del entonces juez federal de La Plata, Dr. Leopoldo Russo. En aquella visita indagatoria, tanto el juez como su secretaria la Dra. Ana Beatriz Aparicio (quien fue jueza del Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata hasta el 2005), no brindaron respuesta alguna a las preguntas de los hermanos referidas a los motivos de su detención y les armaron una causa sobre monopolio de carnes, de la que fueron sobreseidos a los pocos meses.

La venta forzada de bienes ocurrió el 10 de octubre de 1977, cuando se firmó un boleto de compra-venta - que nunca lo tuvieron -, y luego el 11 de noviembre de 1977 debieron firmar un poder especial a nombre de su padre para la venta de los Establecimientos de 25.000 ha. La venta del avión se realizó en ese momento por documento privado, del cual nunca tuvieron copia; hasta que por medio de la Justicia lo logramos en el año 2005. Los compradores se presentaron en la Brigada de Lanús, eran los empresarios Bruno Chezzi y Vicente Antonio García Fernández, de la firma italiana Equinoquímica S.A. y les dijeron a los hermanos que si les vendían sus propiedades saldrían en libertad. No tenían otra opción que aceptar la compra-venta. “Vinieron con un escribano, y nosotros pedimos que quede asentado el lugar de la operación, la Brigada de Lanús”, comenta Carlos. Después de firmar, el comprador Chezzi dijo: “Ahora les queda poco tiempo (de detención), ya con esto se van.” Los hermanos nunca recibieron nada por la venta pactada y debieron padecer hasta el 4 de septiembre de 1978, hasta conseguir la libertad.

La dictadura militar mató nuestro proyecto de vida, algo irreparable. Por eso sentimos un dolor muy grande, la frustración de hacernos desaparecer, la muerte de nuestro hermano Rodolfo por amenazas, los vejámenes a nuestros padres… Buscamos que nos reparen moral y económicamente. Teníamos siete empresas, ahora tenemos ocho causas en la Justicia”, dice Alejandro.


- ¿Por qué creen que fueron secuestrados y torturados?

- Tenemos que destacar que lo nuestro es una historia, no una circunstancia. Nosotros lo que teníamos era un plan económico que evidentemente, funcionaba. La gente de TELAM, tituló excelentemente en una nota que nos hicieron hace unos meses: “La peligrosidad de los Iaccarino”¿Cuál era nuestra “peligrosidad”? Éramos formadores de precios. ¿Qué significa eso? Que nadie puede serlo más que las multinacionales o empresas concentradas, determinando cuánto vale cada cosa. Nosotros osamos enfrentar a las multinacionales, romper la intermediación y además, ponerle precios a las cosas. Es evidente que, en parte, fue una cuota de desconocimiento del poder económico cómo funcionaba y en parte fue por un deseo de los tres hermanos claro y manifiesto, de que siempre, como proveníamos de un hogar de clase media, ayudar a la gente de bajos recursos. Nosotros lo que verdaderamente estábamos haciendo era una economía social, enfrentando a la economía monopólica.

- ¿Por qué creen que no los mataron?

- Actualmente, tenemos la convicción que, el objetivo era destrozar a la familia y demostrar qué le pasa a quién quiere confrontar con ellos, quienes quieren desafiarlos, quienes quieren poner precios, quienes quieren poner comercios y demostrar que se logra el éxito aún estando contra ellos. Querían demostrarle a todos cómo quedaron los Iaccarino, cómo los destrozamos, cómo tuvieron que hocicar cordones por varios años, y cómo todavía hoy, siguen padeciendo. Esto significaba que quien se anima a desafiarlos, las consecuencias son quedar como los Iaccarino. Y nosotros decimos lo siguiente: a los Iaccarino le hicieron de todo, buscaron todas las formas, eligieron las peores patotas, eligieron los centros clandestinos más duros, pero los tres siempre estuvimos de acuerdo de que el día que salíamos, volvíamos a empezar. Si bien nos destrozaron económicamente, no nos mataron, porque de lo contrario quedaría sepultado y enterrado el escarmiento que ellos querían.

- ¿Qué nos pueden decir del Grupo Azcuénaga?

Indudablemente, un golpe de Estado no se genera espontáneamente. Nosotros hace 36 años que venimos investigando sobre nuestro caso, averiguando como se gestó todo lo que ocurrió. Desde que asumió Cámpora, Jaime Perriaux – que había sido ministro de Justicia de Levingston y un tiempito de Lanusse – empezó a dar conferencias con Julián María dentro del país, ellos estaban llevando instrucciones a personas con poder de conducción militar, para que llegado el momento haya un plan nacional de intervención. Ese grupo compuesto por Jaime Perriaux, oficiales - que después llegaron a ser los comandantes de los distintos cuerpos de ejército -, y empresarios, donde estaba la Sociedad Rural (su presidente era Celedonio Pereda),  Jorge Horacio Zorreguieta (padre de Máxima Zorreguieta, futura reina de Holanda), la Unión Industrial Argentina, la Cámara de la Construcción presidida por César Polledo, se reunía en una casa de la calle Azcuénaga, cuya propiedad pertenece al dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier. Entre ellos, también estaban los Aleman, Martinez de Hoz, Krieger Vasena, Cadenas Madariaga, García Martínez, García Belsunce, Ricardo Zinn, Walter Klein, Manuel Solanet, Adolfo Diz, Alejandro Estrada, Alberto Rodríguez Varela, etc. En esas reuniones tramaron todo el tejido que luego desataron, y en la faz económica podemos ver como ponen a siete grupos empresarios para manejar diferentes estamentos económicos, el grupo número uno era el Siemens de Alemania como asesor del Ministro de Economía. Pero, ¿qué pasa? Jaime Perriaux era el socio de la señora de Ricardo Staut, él era quien manejaba gran parte del capital de los nazis en Alemania, con una relación directa con la Siemens. Otra demostración de cómo actuaron fue la Mercedez Benz, que hizo desaparecer a catorce trabajadores.

- ¿Creen que su caso dejo sin efecto la teoría de los dos demonios sostenida por ciertos sectores de la opinión pública?

- Sin duda alguna, nosotros interpretamos claramente que acá había un solo demonio y está demostrado. Acá hay que avanzar en el estudio serio, sin resentimientos, sin deseos de venganza. Acá hubo un genocidio, masacraron a todos aquellos que no estaban de acuerdo con una política de desindustrialización, de concentración empresaria, de endeudamiento nacional, …... De qué otro demonio se habla, del de unos muchachos que estuvieron luchando por un ideal, el hombre que muere por un ideal tiene que ser respetado por siempre. Nuestro caso es más aberrante aún porque no estábamos peleando ni ideológica, ni políticamente. Nosotros estábamos compitiendo económicamente, demostrando que se puede llegar a que el hombre sea digno en su forma de vida.

 - ¿Cómo analizan la decisión del kirchnerismo de someter a proceso a los represores, luego de varios años de vigencia de la ley de obediencia debida y punto final?

- Sufrimos 37 años y el gobierno que verdaderamente puso en marcha el tema de los derechos humanos es el actual. Néstor Kirchnner ha logrado legitimidad para hacerlo, y no es algo sencillo, hay que manejar variables internacionales muy importantes. Yo no soy kirchnerista, soy nacional. No callo lo que está mal, soy absolutamente objetivo. Esta pregunta llega a lo profundo de nuestras entrañas porque nos tocó padecer el proceso cívico- militar. Cuando fui a tomar posesión de mi cancha de golf a Córdoba, en la ciudad de Alta Gracia, me echaron lo miembros de la “Asociación Civil Alta Gracia Golf Club” que actualmente siguen usurpando nuestras tierras y que, por supuesto, eran cercanos al gobierno militar. Cuando me expulsaron recurrí a la justicia, y la jueza Graciela Vigilanti - actual magistrada del Juzgado Civil y Comercial de Alta Gracia - ex apoderada de la compañía de Sierras y Hoteles de Alta Gracia ( ex dueños de la cancha de golf) amparó la usucapión. Con esta situación te puedo demostrar los niveles de connivencia que existían en esos momentos entre la estructura que teóricamente había desaparecido y la parte económica, militar y demás.  En cada uno de los rubros y  especialidades hay cantidades industriales de personas que colaboraron y siguen colaborando con las estructuras de poder de la era de plomo.

- ¿Con qué expectativas esperan el juicio próximo?

Las expectativas son ser útiles al derecho, porque si podemos establecer con claridad lo que nos ocurrió puede ser tomado como ejemplo para que no se repita, pero no como hecho aislado, sino que mundialmente tenga la repercusión de saberse quienes fueron y como lo hicieron, porque acá atacamos a Videla, que por supuesto requiere de toda la confrontación, sentencias y condenas, pero acá hay personajes mil veces más responsables que Videla, y a esos no los toca nadie.
Agrega Carlos, y también que sirva para todos aquellos que han pasado por lo mismo que nosotros, en el sentido de tener una jurisprudencia que les sirva para pelear por lo que les corresponde.

- Las amenazas sufridas por su hermano Rodolfo y el atentado sufrido por usted, Alejandro, en abril de 2012 ¿Qué significado le otorga?

No puedo sentir otra cosa que saber que estoy transitando por el buen camino. Me da una certeza. Cuando el enemigo viene a atacarte, viene a dañarte, viene a matarte (porque mataron a mi hermano Rodolfo), como a mí o mi hermano, es evidente de que estamos en la línea de acción correcta. Me gratifica que la pelea que iniciamos hace 37 años en soledad, hoy, sigue más vigente que nunca, y dentro de la misma línea de acción.
A nosotros nos mataron nuestro proyecto de vida, que era absolutamente exitoso. Matar concretamente el proyecto de vida, es lo peor que le puede pasar a personas exitosas y éste éxito lo demostramos con la acción de siete empresas altamente rentables, haber hecho la estructura empresarial que hicimos, haber comprado los bienes que compramos siendo jóvenes que empezamos en este proyecto a los 17 años. Es una aberración como la muerte y desaparición de una persona. Ellos proyectaron un daño irreparable a toda la Patria y solo un cambio cultural por medio de la Justicia, Verdad y Memoria se ha de lograr. Esperamos vivir para saber que toda nuestra lucha no fue en vano.

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