Casi llegando al fin de semana, Otro Viento visita la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para intercambiar ideas y reflexionar junto a Ismael Jalil, abogado de la CORREPI. El lugar: una sala de ensayos en el barrio de Congreso. Además de trabajar de abogado, Ismael es músico. Forma parte de un conjunto de tango.
Ismael, para adentrarnos un poco en la labor de la CORREPI queríamos que nos expliques un poco cómo nace esta organización.
Es muy interesante lo que venimos haciendo con el tema del Archivo. Desde el año ’83 hasta la fecha estamos registrando casi 4.000 muertes en manos del Estado y más de la mitad de esas muertes se han producido en los últimos diez años…
En el kirchnerismo.
Exactamente. Con lo cual te revela un montón de cuestiones respecto a un discurso progresista de los derechos humanos que, en la práctica, está comprobado que es retórica pura ¿Por qué? Porque hace más de 30 años que no estamos en dictadura. Las fuerzas policiales ya no están instruidas por los milicos genocidas. Si la explicación fuera: los formaron los milicos de la dictadura, entonces tendría sentido decir "el problema que tienen es la formación". La realidad es que ya no los formaron los milicos de la dictadura y , sin embargo, la respuesta sigue siendo la misma.
Las fuerzas de seguridad se orientan hacia este tipo de formación, independientemente de si las forman miembros de la dictadura o de un gobierno democrático.
Cuando vivís en una sociedad donde está presente lo que Marx llamaba los productores de ideología, es decir, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, etc. Lo que se termina estableciendo es lo que Gramsci llamó falsa conciencia, y todo eso apunta a la cuestión del consenso. A partir de esos elementos el Estado entiende que tiene consenso suficiente, planteado desde el voto hasta la mera opinión de la gente que dice "así no se puede seguir y sin policías no podemos vivir" ¿qué haces no ponés policías? y ahí está la cuestión, no se discute ese tema, lo que se tiene que discutir es en qué sociedad querés vivir para saber si, tenés que tener o no, policías. Entonces, cuando a vos te dicen que el derecho por excelencia es el de la propiedad, y analizas la verdadera historia de la humanidad verificas que el 80% de las personas no accede a la propiedad, estamos hablando de los medios de producción, no estamos hablando de un autito o un televisor. Para defender ese derecho, el Estado necesariamente debe recurrir a la violencia y al monopolizar esa violencia, la generación de consenso es lo que lo "legitima", ayudado por una pata muy importante que es el derecho como esquema de resorte que responde a las necesidades de un orden injusto. Por eso, el Derecho contempla lo que contempla. Se manifiestan dos clases de represiones: la preventiva, que se desata sobre los sectores de la población no organizados, pero que se transforman en potenciales amenazas al orden impuesto por su condición de joven y pobre; y la selectiva, la cual se dirige sobre los sectores organizados de la sociedad que luchan activamente, por ejemplo, contra Fuentealba, Santillán y Kosteki.
Ante este contexto, ¿cómo intervienen desde la CORREPI ?
Nosotros tenemos planteado de que el tema fundamental es el impacto en la subjetividad de la clase, que es en lo que sistemáticamente se ha fracasado, y ya no se puede estar delegando la responsabilidad en otros. Hay una carencia absoluta nuestra (o por lo menos mía) y estamos intentando revertir eso, y es ahí donde se van generando los elementos necesarios para que se traduzca todo esto que la clase sufre en carne propia. No tengo que ir a un barrio a explicar cómo es el accionar de la policía, o a contar de qué se trata el reclutamiento que hacen de los pibes del barrio para que salgan a afanar para beneficiarlos o bien le vendan la droga para que se destruyan todos los pibes. El problema está en la traducción de esa situación, y cuando vos tenés productores de falsa ideología, que generan falsa conciencia se tergiversa la verdadera esencia de la cuestión, y es ahí donde uno tiene que dar la batalla más dura, impactando en esa subjetividad mostrando todo esto, para que se traduzca esa bronca, esa resignación que muchas veces la gente expresa en toma de conciencia de lo que realmente está ocurriendo. Y esto es lo que nos diferencia con organismos técnicos, nosotros somos una organización netamente política, no somos una organización de derechos humanos.
Hay otro fenómeno que es mucho más grave: la naturalización. La gente ha naturalizado que el policía puede actuar como actúa ("a veces se les va la mano" es lo que dicen). El problema es que no solamente lo dicen los poderosos, sino que se dice en los barrios. Cuando le planteas todas estas cuestiones, empiezan a ver el otro costado de la realidad. Por eso nosotros no hacemos hincapié exclusivamente en los juicios de gatillo fácil, es decir, en los procesos judiciales que llevan al policía a la cárcel. Que el policía tiene que estar en cana no tengo ninguna duda, pero también tengo en claro de que el policía es quien apreta un gatillo, cuando hay una mano que la dirige, y hay un cerebro que le dió una orden. No mato solamente el policía, mató el Estado.
¿Qué reflexión realiza sobre la conformación de la población carcelaria al haber cerca de 70% u 80% de las personas privadas de su libertad por delitos contra la propiedad?
Primero, la cárcel es una institución moderna, vinculada con el desarrollo del capitalismo (cuando comienza a medirse el tiempo en dinero). Por ejemplo, un instituto de menores data de fines del siglo XVIII. El primero fue en Illinois (EE.UU), y tiene que ver con toda una historia compuesta por el traslado de la familia obrera a los centros de producción capitalista en las ciudades en dónde explotaban al padre y a la madre en el trabajo y el chico quedaba en la calle, alterando la visión de la alta sociedad. Ante esta cuestión tenían una respuesta que llamamos CTR (Compasión Tutela Represión). La señora pasaba por la calle veía al chico tirado y sucio, y decía “pobrecito“. Cuando llegaba a la casa hablaba con el esposo (dueño de la fábrica) y le decía “vos sabes que hoy ví a un niño tirado ahí en la calle”(compasión). Entonces, el tipo transmitía esa situación al gobernante, y los funcionarios del gobierno le llevaron la calma diciendo que ellos se iban a hacer cargo (tutela). Luego, los funcionarios dijeron vamos a levantar cuatro muros, poner las mismas condiciones que una cárcel pero llamarlo instituto, y ahí guardar a los pibes (represión). Con todo este proceso comienza este sistema. Esto no es casual que tenga que ver con la explosión del capitalismo. Ahora bien, es cómo dice Scioli que garantiza los derechos humanos y resocializa. Si me traen una garantía individual que se cumpla me entrego, una solamente pido. Lamentablemente no existe cárcel donde se respeten las garantías individuales, la mejor cárcel es la que no existe. En Octubre, en la cárcel de Bower (Córdoba), dos penitenciarios metieron en el horno al panadero de la cárcel de 43 años y le aplicaron picana en el cuerpo. Esto pasa cotidianamente. Cuando hace unos de meses atrás saltó la noticia en Salta por las torturas practicadas sobre los detenidos, el escándalo fue porque lo filmaron, no por lo que estaban haciendo. La cárcel es un lugar de destrucción de la humanidad. Es el último paso para el disciplinamiento.
¿Qué función crees que cumple la Facultad de Derecho como una institución más del Estado al evadir estos temas?
Respondo con algo muy literario, independientemente de que lo haya dicho alguien que era sumamente contradictorio como José Ingenieros. Él decía algo muy interesante: “quien aparenta renuncia a ser”. Y esa apariencia de justicia, no significa que haya justicia. Y la Facultad de Derecho lejos de formar hombres y mujeres para el concepto de justicia que nosotros planteamos, forma hombres y mujeres para el concepto de justicia que el Estado necesita. Entonces te baja verdades que son incuestionables, ¿o acaso se discute sobre Filosofía del Derecho en la Facultad ? La base de sustentación de todo el andamiaje reglamentario es la que permanece oculta, cuando se tiene el derecho como lo tenemos nosotros, donde hay un lenguaje que es absolutamente inaccesible para las masas, está marcando también un sello clasista, es decir, que hay un sector de la sociedad que de ningún modo puede entender lo que se le está diciendo, porque seguramente la respuesta es injusta. Lo que le están diciendo es una injusticia, entonces lo mejor es utilizar un lenguaje de estas características. Einstein decía que no tenía que gastar ni dos neuronas en información que estaba dentro de los libros. Ir al código y leer un artículo es fácil, el tema pasa por como contextualizas. Tiene que ver con un proceso previo en la formación misma del estudiante, y está hecho adrede con la ausencia de juicio crítico, con la imposibilidad de pensar en abstracto, con esto de tener una educación de carácter bancario donde tu cabeza es un depósito con varios compartimientos que nunca unís. Pero así y todo hay “locos sueltos” capaces de introducir estas cuestiones que son venenosas, no pensadas e indispensables.
Dado este esquema ¿Cómo cree que la juventud debe intervenir para transformar la realidad?
Me parece que lo esencial es la participación organizada, teniendo en cuenta que la lucha que se da en forma espontánea y aislada, en general cansa, desgasta, es peligrosa, te separa. Lo fundamental es tener criterios de organización, tener en claro hacia dónde se va, asegurarse de que el camino esté estudiado, que los pasos que se den sean pensados y reflexionados. No caer en la respuesta precipitada y, por sobre todas las cosas tener una gran confianza en el compañero, no hay que tenerle miedo a la discusión, hay que plantearla, sin entrar en fraccionamientos que debilitan y desgastan. Son tiempos en los cuales a partir de las coincidencias hay que laburar y caminar juntos, y en función de eso vas conociendo el resto de los compañeros. Hay que poner en duda muchas cosas, no hay que tomar nada como verdades absolutas. Pero cuidado, es necesario tener siempre un marco teórico que te sostenga, chequear las definiciones en función de experiencias que en otros lugares se dan. Trabajar e interactuar con compañeros de otras organizaciones, alejarse de la construcción partidista y generar más construcciones solidarias con compañeros de otras organizaciones que están en un mismo camino. Nosotros por ejemplo, tenemos una experiencia maravillosa que es el Encuentro Nacional Anti-Represivo, donde específicamente la cuestión anti-represiva desde CORREPI la trabajamos a nivel nacional, y CORREPI mismo es un espacio de encuentro porque viene gente desde distintas corrientes. Hay partidos de izquierda, pero también hay anarquistas, y organizaciones no partidarias. Eso mismo lo proyectamos a nivel nacional, y te va fortaleciendo, te va dando las coordinadoras de actuación, herramientas, respaldo, te va posicionando mejor, pone permanentemente en cuestión lo que estas pensando y te ilustra, el aporte del compañero te enriquece, el de otra organización también. Lo contrastas permanentemente, y vas actuando. Es una doble función, no hay que quedarse solamente en el debate sino actuar; la realidad no se sustituye con nada, la realidad si te jode hay que transformarla, pero para transformarla hay que conocerla, y desde el único lugar donde se puede conocer y transformar es desde dentro de ella misma. Organización y lucha es nuestra consigna, es decir, no abandono la lucha pero me organizo, me organizo estudiando, trabajando y ejecutando al lado de la gente.
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