¿Hasta cuándo?

Por Juliana Arias - Otro Viento 

Ayer por la noche, mientras cenaba con amigxs,  leímos la noticia de que habían encontrado los dos cuerpos sin vida de las mendocinas que viajaban por Latinoamérica. Una vez más volví a sentir toda esa impotencia, bronca y dolor pensando como mujer y, llena de angustia, me encuentro una vez más escribiendo frente a dos nuevos femicidios, frente a la muerte de dos mujeres  que perdieron su vida por el simple hecho de ser mujeres. 

¿Hasta cuándo sentiremos  miedo de caminar solas, de vestir alguna pollera corta, de no usar corpiño sin sentir que alguna mirada, gesto o acción masculina nos pude dañar?  ¿Hasta cuándo nos dirán que “solas no podemos, porque es inseguro”? ¿Por qué desde pequeñas naturalizamos que ciertas cosas “no son para nostras”?

Durante el año pasado en muchas ciudades de la  Argentina suscitaron  marchas multitudinarias con la consigna  #niunamenos. Una vez más llenamos las calles, inundamos las redes sociales, hablamos en los medios, gritamos enfurecidas que nos dejen de matar. Hubo fervor por algunos días, pero después todo volvió a su “normalidad”. Cuando quisimos profundizar los debates, ya éramos bastante “exageradas”, cuando intentamos no reírnos de los chistes machistas empezamos a ser “intolerantes”, cuando denunciamos que los medios nos estigmatizan y violentan nuestras imágenes nos dijeron “son programas de tv y a la gente le gusta”.

Al correr los días, volvimos a ser las “locas”, “las brujas”. Cansadas estamos de gritar números y cifras como que durante el 2014 hubo en Argentina 277 casos de femicidios, o que cada 30hs muere en nuestro país una mujer víctima de violencia de género. 

No solo alcanza con una ley que nos “proteja”, exigimos una legislación que haga factible las políticas en materia de género, que sean sancionadas todas y cada una de las violencias, los golpes, las amenazas, los controles, los estereotipos, los abusos públicos y privados.

Seguiremos luchando por un  sistema que nos eduque  sabiendo que podemos solas, que cuando decimos no, es no, que nadie puede decidir por nostras ni controlarnos, que no somos propiedad de nadie, que no pueden violentarnos, ni con un golpe ni con una palabra, y que los hombres jamás podrán tener “privilegio” por el solo hecho de ser hombres.

Somos mujeres distintas, mujeres diversas, mujeres empoderadas. Porque nadie puede arrebatarnos  las ganas, los sueños, los proyectos, la vida. Sabemos que es una lucha inquebrantable, en cada ámbito, en cada rincón, en cada lugar de disputa. Lucharemos, como lo hicimos siempre, como miles de mujeres en nuestra historia nos han enseñado: contra toda explotación. Porque queremos que te quede bien claro que somos aquellas brujas que no pudiste quemar. Y porque sabemos que algún día, finalmente ardera el patriarcado.

¡Arriba las que luchan!