miércoles, 9 de septiembre de 2015

La Patria es la gorra


Ya durante el verano fuertes oleajes punitivos iban deambulando el circuito mediático, con escasas excepciones. La alarma social, manipulada por la clase política dominante, estuvo encendida durante todo el 2014 mezclándose desde emergencias securitarias y justificaciones de linchamientos; hasta cuestionamientos virulentos e infundados a un Anteproyecto, propuestas retrógradas y regresivas como el servicio militar obligatorio, y la reutilización de las comisarías como prisiones.

Ilustración: Simón Jatip 

Scioli, Granados, Casal y Berni, desde el atril oficial; Massa, Macri, y otrxs provocadorxs de la miseria de la dirigencia política, desde la oposición ¿Antagonismos? Grises cada vez más oscuros. El trofeo de la demagogia punitiva era el objetivo semanal y el cultivo del miedo al delito su herramienta.

CFK apareció menos, pero cuando lo hacía era funcional a la opinión pública indignada por las falsas puertas giratorias y peligrosidades, presentando al garantismo como subversión. Elude que las prisiones federales han alcanzado un nuevo máximo histórico: 10.543 detenidxs.  
Pero la consolidación y el fortalecimiento del aparato represivo estatal fueron solo algunas de las tantas notas características de este 2014.

Las políticas de seguridad estuvieron en el centro del escenario mediático: el aumento de la tasa de encarcelamiento y el gatillo fácil; la sobrepoblación policial en los barrios de la periferia y la consiguiente persecución y hostilización a lxs pibxs; la expansión de la videovigilancia funcional a la propiedad privada e inoperante para la responsabilización de gatilladores seriales uniformados; y no olvidemos las escaladas represivas ante las protestas de lxs trabajadorxs. Todas situaciones que pasaron a un segundo plano para la gran mayoría de la opinión pública.
Los beneficiados por la siembra directa de temor son varios. En primer lugar, los titulares de los mercados delictivos cuya caja permanece intacta y en pleno crecimiento. La trata, el narcotráfico y el mercado de armas ilegal continúan su expansión con el gerenciamiento policial bajo subordinación política, que aún virgen de cualquier intento de transformación pese a cualquier retórica revolucionaria.

En segundo lugar, los intendentes de los municipios más poblados del terreno bonaerense ya tienen su propia fuerza de choque legalizada y las manos preparadas para un acceso institucionalizado a la caja ilícita de las “nuevas” policías comunales.

Por otro lado, se ubican las corporaciones económicas securitarias. Mario Montoto, es ya un consolidado empresario armamentístico vinculado a Estados Unidos e Israel, cuya tasa de ganancia ha sido constante y con un futuro más que auspicioso para sus bolsillos.
Massa quiere una cámara cada mil habitantes y las empresas amigas se relamen.  Cuatro empresas de seguridad privada se reparten el negocio de custodiar dependencias estatales porteñas por no menos de 600 millones de pesos. Además, el Gobierno del PRO aún debe explicar porqué ingresan militares en forma ilegal en su Policía Metropolitana.

En las cárceles, en los manicomios, en los márgenes de las urbes, en las instituciones de niñez parecerían no haber humanxs para ejercer sus derechos. El presupuesto bonaerense de 2015 prevé un incremento del 63,9 % para Seguridad y el Sistema Penitenciario.  

La exacerbada violencia estatal del gobierno de Scioli y sus soldados Casal y Granados se dirige exclusivamente a lxs pibxs de los barrios pobres, a lxs encerradxs, a lxs abandonadxs por la gestión del exmotonauta. Los campos de concentración de Scioli no se quedaron atrás y han alcanzado también un récord histórico de personas privadas de la libertad: 33.229 personas alojadas.
La gestión securitaria, ya sea naranja, celeste y blanca, amarilla o negra y roja, va a teñir de azul las calles, pidiendo más y más dosis de orden capitalista. La triple alianza entre el Estado, los medios de comunicación hegemónicos y gran parte de la oposición ya produjeron una metástasis punitiva para el control social y construyeron el escenario para que el sistema penal ejecute las migraciones de la marginalidad a las sobrepobladas cárceles.

“La seguridad fue, es y será mi prioridad hasta el último día de mi mandato", aseguró cuando finalizaba noviembre, el surfista de la ola naranja al encabezar el acto de egreso de 10 mil efectivos de la Policía bonaerense realizado en la escuela Juan Vucetich, en Berazategui.

Cuando pensamos en seguridad, nos acordamos que el  pasado 17 de octubre apareció el cuerpo de un pibe desaparecido por la Bonaerense hace casi 6 años en Lomas del Mirador, por enfrentarse a este modelo securitario. Él como tantxs miles nunca fueron, ni serán prioridad para quien mejor mide en las encuestas presidenciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario