jueves, 9 de octubre de 2014

EDITORIAL Y CONTRATAPA - Revista Otro Viento N° 21

EL ENCUENTRO SOMOS TODAS




Año tras año, desde 1986, las mujeres de todo el país se reúnen con el objetivo de que cada vez sean más las voces que levanten el tono. Bajo el lema de la autogestión, la heterogeneidad, la horizontalidad y el espacio democrático es que en mes de octubre se lleva a cabo el 29º Encuentro Nacional de Mujeres. Estos encuentros son la expresión más genuina de las significativas luchas que se vienen desarrollando desde distintos lugares, los cuales tienen como objetivo el intercambio de experiencias entre todas las mujeres, de un punto a otro del país, y tratar de recuperar la voz de aquellas a las que le hicieron creer que no la tenían.
Salta será la cuna, durante tres días, de aquellas mujeres que se movilizan no sólo desde cualquier punto del territorio argentino, sino también de Latinoamérica. Los Encuentros han producido un gran impacto en los lugares donde se realizaron debido a la masividad de participantes. No es un dato menor que este año se espere la presencia de más de veinte mil mujeres. Cifra que se visualizará en la multitudinaria marcha que pone fin al Encuentro.

En los últimos días se evidenció el accionar de un grupo que se levanta en contra del Encuentro y se manifestó a través del empapelamiento de la ciudad, “alertando” a los ciudadanos salteños del evento, basándose en criterios que minimizan la importancia del mismo. El Encuentro es un espacio político que molesta y molesta porque le pega en lo más profundo a aquella hegemonía patriarcal. No son sólo los intereses de la Iglesia los que se ponen en juego sino los de todxs aquellos que quieren mantener una sociedad patriarcal y capitalista. Molesta porque habla de la trata de personas (negocio millonario), molesta porque habla del aborto, molestan los derechos de las trabajadoras, pero por sobre todo porque las mujeres opinan y toman posturas sobre todo tipo de temas. 

Interpelar a una sociedad tan conservadora como lo es la ciudad de Salta, es un gran desafío a cumplir por las organizadoras del Encuentro. El retroceso social que el estado destina a la mujer salteña se manifiesta en el gran entrecruzamiento fomentado por el estado con el clero. La imposición de un culto en las escuelas públicas, la tasa de muerte referida a violencia de género que lleva el primer puesto a nivel nacional así como también los obstáculos para practicar  aborto no punible, son algunas de las tantas consecuencias que las mujeres deben combatir.

Ha sido notorio, que desde hace varios años, estos encuentros han generado un desagrado en sectores de la iglesia Católica, la cual como institución, avala la constitución de grupos de mujeres enemigas dentro del Encuentro intentando imponer sus visiones sobre el rol de la mujer en la sociedad. Este accionar por parte de la Iglesia pone un sinfín de trabas que resulta ser contradictoria con su doctrina. “No matarás” y “No robarás”, pocas veces respetados estos mandamientos por parte del clero en toda la Historia, pero a la hora de juzgar a una mujer por su accionar son el estandarte de su bandera.  “Amarás a Dios sobre todas las cosas”, si se respeta su postura, ¿por qué no respetar las de ellas que tienen como lema “amar su cuerpo por sobre todas las cosas”? La Iglesia siempre se colocó en el medio del pensamiento, la ciencia, el progreso y la libertad. ¿Será acaso que no les conviene?

Si bien los Encuentros han producido un gran impacto, sobre todo en los últimos años, para los medios de comunicación nacionales poca trascendencia han tenido. Se los ha llegado a ningunear buscando escandalizar sin sentido algunos conflictos que se han desatado por parte de una minoría, desvalorizando la importancia que tienen, el gran número de talleres que se brindan, las actividades culturales y la influencia que han tenido en el sanción de importantes leyes nacionales.


Mujeres del movimiento de mujeres, que comienzan a tomar decisiones por sí mismas y enmarcan sus demandas como derechos, que se enriquecen para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para todo el conjunto social. Mujeres que van a contar sus experiencias, que no se avergüenzan de contar que fueron víctimas de algún tipo de violencia si eso ayuda a que otras alcen su voz, las que fueron señaladas con el dedo por ir de la mano con otra, las que intentan hacerles creer que tienen la incapacidad de conseguir un trabajo o a las que se las condena por decidir sobre su cuerpo. Tres días al año donde todas se sienten iguales, donde las que participan ya no son las mismas cuando regresan. Tres días que pueden hacer la diferencia, pero aún no es suficiente y van por más. Son  mujeres que intentan generar alternativas a un modelo donde hay jerarquía y desigualdad. Mujeres libres, lindas y locas. ¡Mujeres que LUCHAN! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario