miércoles, 27 de agosto de 2014

Sin Luciano no hay democracia



Vanesa Orieta es la hermana de Luciano Arruga, un pibe 16 años que hace más de 5 años continúa desaparecido luego de que se negara a robar para los policías del (ahora ex) destacamento de Lomas del Mirador, donde fue visto por última vez.Cansada de tantas injusticias, Vanesa sale a la calle todos los días para luchar por Luciano y por los cientos de Lucianos que hoy viven en los barrios más humildes de nuestro país. Ante tanta impunidad y desidia, una militante distinta que nos enseña lo que es lucharla desde adentro.



¿Cómo fue el hostigamiento policial previo que venía sufriendo Luciano?

Luciano  primero sufre, de parte de un grupo de policías, el ofrecimiento de salir a robar para ellos y ante la negativa, lo empiezan a detener sistemáticamente en la vía pública y es violentado tanto física como psicológicamente. En algunos casos las detenciones se prolongaban mucho, encerrado en una celda de manera ilegal y arbitraria porque no había motivos para detenerlo, ymi hermano  era menor de edad.
Luciano salía poco de su barrio por temor a cruzarse con la policía, hasta que definitivamente el 31 de enero sufre la última detención. Ese día Luciano no llegó a su casa y nosotros inmediatamente lo empezamos a buscar en las comisarías de la zona. Intentamos articular con la justicia, que resultó ineficiente. Nos encontramos con poco interés para acompañar la causa y mucho interés de ocultar lo que estaba sucediendo.En ese momento empezamos a contactarnos con otros familiares, dándonos cuenta que Luciano no era el único caso sino que se trataba de una problemática de muchos pibes víctimas del gatillo fácil y de personas desaparecidas.


¿Cómo fue el camino judicial que tuvieron que recorrer estos cinco años sin respuestas?

El proceso judicial  siempre estuvo rodeado de impunidad y desidia, por eso en estos cinco años y seis meses Luciano sigue sin aparecer.En una primera instancia realizamos una denuncia en la Fiscalía Nº7 de la Matanza, la fiscal Roxana Castelli la recibe y le da la investigación a la misma policía que denunciábamos, esto ocasiona daños irreparables en la causa y merece un enjuiciamiento a los funcionarios judiciales.
Luego se pide un cambio de fiscal, se pasa a Celia Cejas quien decide investigar a la familia durante un año y seis meses, eso habla de la criminalización y estigmatización que los funcionarios judiciales tienen sobre quienes vivimos en los barrios humildes. Finalmente, a los cuatro años la causa se federaliza, con eso se cambia su carátula de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada. Que recién a cuatro años se declare la causa como “desaparición forzada” habla del poco compromiso del nivel de la investigación. Los pasos que se han dado tuvieron que ver con el empuje de la familia, de la organización y de los organismos de Derechos Humanosque nos acompañaron.

¿Qué significa, después de tantos años de lucha, la aprobación del habeas corpus presentado por ustedes?

Es la primera vez que la causa de mi hermano llega a una instancia tan elevada reconocida por la sociedad. Para nosotros cualquier instancia de la justicia es sólo una instancia más, pero que en el entorno social llegue a cámaraun caso de gatillo fácil es un logro muy importante. Nosotros tenemos en cuenta que para todos los que vengan atrás nuestro va a existir una posibilidad de avanzar en los procesos judiciales, de poder presentar un habeas corpus de forma inmediata cuando desaparezca una persona y de que la justicia no tenga nada que hacer másque aceptarlo e investigar.

¿Qué tipo de acompañamiento político han tenido en la causa de Luciano? ¿Qué rol juega para vos el poder político?

Una desaparición en democracia es una violación rotunda a los derechos humanos y, para que una desaparición se produzca en democracia, lamentablemente tiene que estar involucrados varios poderes del Estado, no podemos hablar solo del aparato judicial, tenemos que hablar también del aparato político, porque una causa de desaparición forzada se investiga en conjunto,el Estado le tiene que dar todas las herramientas que tiene a disposición al aparato de investigación para que se pueda encontrar a la persona que se está buscando. En este caso nos encontramos con muchas personas que están desubicadas en los espacios que deberían ocupar. Hablamos de todos, desde las secretarías Provinciales a las Nacionales, todas las instancias del Estado que tuvieron relación directa con la causa y en su momento no investigaron, son responsables de que Luciano permanezca desaparecido.

Recién a cinco años y seis meses pudimos tener el habeas corpus, eso habla de un estado de desatención con la problemática, un estado de irresponsabilidad total con los familiares que son víctimas, pero por sobre todas las cosas por la figura del que no está, que es mi hermano Luciano. Hoy se sigue torturando y desapareciendo a gente en democracia donde lamentablemente seguimos padeciendo la violencia institucional por parte de la fuerza del Estado. Seguimos en una sociedad enferma con personas como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, responsable de la desaparición de Julio López y de Luciano Arruga y otros tantos.

¿Qué opinión te merece la emergencia de seguridad decretada por Daniel Scioli y la posterior creación, por decreto, de la policía comunal? ¿Qué es para vos la inseguridad?

Para mí, y para toda la gente que vive en los barrios pobres, inseguridad es falta de educación, de salud, de vivienda digna, de cloacas, de espacio de recreación y de espacios culturales. Es no poder caminar en un suelo firme pensando en que tu casa se puede caer en un gran poso de mierda. El grado de violencia que hay en los barrios tiene que ver con la falta de derechos, hoy los pibes se mueren por la bala de un policía, así como también por el paco, por peleas entre bandas, porque los padres no pueden llevar a sus hijos a un hospital a tiempo, hay un montón de situaciones que para nosotros son inseguridades y también el gobernador debería tomarlo como emergencia. Hoy necesitamos políticas urgentes para solucionar este problema que viven los jóvenes, los niños y las niñas, pero esto parecería no importar.

Respecto a tu militancia ¿por qué elegís una militancia autónoma frente a cualquier partido político? ¿Qué implica esto?

No es necesario que la persona que denuncie un caso este dentro de un aparato político determinado. Los familiares merecemos,si es que la elegimos,una militancia independiente. La independencia quiere decir que nosotros tenemos la posibilidad y la voluntad de hablar de nuestra realidad de una forma bien directa sin tener que discutir esto en ninguna asamblea, ni con ningún dirigente político, ni con nadie al que tengamos que dar una explicación de nuestros pasos. Muchas veces se burocratiza esta lucha, los familiares no tenemos una organización orgánica, necesitamos hacer nuestra experiencia y mientras lo hacemos necesitamos que el resto de las organizaciones sociales, políticas, barriales, también estén de nuestro lado, porque esta es una tarea en conjunto.No son tiempos de individualismos, no son tiempos de personalismos, son tiempos en donde cada uno tiene que tener los pies sobre la tierra para  trabajar en conjunto de forma humilde.

¿Qué significa para vos hablar de democracia y de desaparición?

Significa una contradicción tan grande que yo pondría entre comillas la palabra democracia. Creo que los jóvenes tenemos que empezar a ser más críticos con esta democracia, a reinterpretar a la palabra democracia y a la libertad, darnos cuenta que tenemos que hacer una crítica de lo que son las  democracias en los sistemas capitalistas. El capitalismo es individualismo, es una carrera en la que uno tiene que hacer mierda a otro y en ese trabajo individual se pierde el trabajo en conjunto, la solidaridad. Eso es lo que vemos hoy en nuestros barrios, la gente vive en su casa encerrada, enrejada, sin importarle lo que le pasa al de al lado. Hablar de democracia plena y con participación del pueblo hoy sería mentir a la sociedad, podemos poner el ejemplo de la desaparición forzada que es la peor cara de la moneda de la violencia institucional y es lo que hace tambalear a esta democracia constantemente.


Cuando logramos hacer visibles la cantidad de pibes asesinados por el gatillo fácil y la cantidad de desaparecidos es cuando realmente vamos a empezar a entender el gran problema que tenemos en democracia. Mientras tanto creo que es una tarea tratar de frenar a la violencia, poner el cuerpo para que no sigan matando a pibes. Creo que en algún momento vamos a poder hacerlo y ahí es cuando vamos a poder avanzar a una sociedad realmente justa, no “más” justa como dicen los funcionarios ya que eso implica que siempre va a ver un grado de personas que van a sufrir la injusticia. Yo quiero una sociedad justa donde todos accedan a sus derechos, donde se viva en paz y con alegría, y hoy no se vive así. 

Por Juliana Arias y Paula Calgaro

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