miércoles, 16 de julio de 2014

Entrevista a Nora Cortiñas


"La juventud es el presente"

Con 84 años Nora Morales de Cortiñas está presente en cualquier evento donde se reclame por los Derechos Humanos y la liberación del pueblo. Es una de las catorce madres que en abril de 1977 se juntaron por primera vez en Plaza de Mayo para reclamar por la aparición de sus hijos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.



Carlos Gustavo Cortiñas, fue secuestrado en inmediaciones de la estación de trenes de la ciudad de Castelar, el 15 de abril de 1977, cuando tenía 24 años. Militaba en la Juventud Peronista, junto al Padre Mugica en la villa 31.Desde ese entonces Nora nunca dejó la plaza de las mujeres con pañuelos blancos. Todos los jueves a las 15:30 se encuentran allí para reclamar por verdad y justicia.
Es psicóloga social y profesora en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Además, forma parte junto a Adolfo Pérez Esquivel de la iniciativa en defensa e integración de los pueblos de nuestra América, Diálogo 2000.

Entre medio de charlas en universidades, apoyo a la Carpa Villera y viaje a Las Heras en reclamo de justicia para los petroleros procesados, esta Madre con mayúscula se hizo un tiempo para recibir a Otro Viento.


¿Por qué quiso estudiar psicología social?

Alumnas de una escuela de Pichón Riviere venían a hacernos notas a nosotras, las Madres, para sus exámenes. Un día, una de las chicas que venía a hacer su trabajo me dijo: "Nora, por qué no estudias Psicología Social si ustedes (por las Madres) llevan adelante todos los días la práctica de Pichón Riviere. Se juntaron, formaron un grupo, luego repartieron roles". Me dijo que sólo tenía que estudiar la teoría porque la práctica la implementaba a diario.

Entonces así fue como me decidí a ir a la escuela. Empecé en una escuela en Castellar que era una derivada de la central donde hice tres años. El tercer año no había leído nada porque fue el año del Juicio a las Juntas, entonces no me metía en la trama por eso pedí repetir el año ese, recursarlo.

Pero finalmente se recibió...

Tiempo después fui a un congreso de psicólogos y me encontré con Lucía de Macialino, una mujer casada con un cura del tercer mundo que me propuso seguir en su escuela para terminar la carrera y me pareció bien. Era otro sistema parecido, pero no igual. Hice dos años más y me recibí.

Reconozco que la psicología social habría que implementarla en los colegios desde el primer grado porque es el mejor método de convivencia para entenderse entre los compañeros, maestros y padres. No sé por qué no se implementa en los colegios porque ayuda a entenderse un poco mejor. La educación hoy es tan individualista. Siempre la educación está muy relegada en nuestro país. Siempre se lucha mucho para equiparar la dedicación de los docentes con su trabajo mientras estudian la docencia y mientras la ejercen.  Cuando yo era chica no escuchaba más que “era un sacerdocio” y ¡minga!, no es un sacerdocio, es un trabajo con obligaciones y compromiso muy serio.

Usted también tiene una cátedra en la UBA.

Sí, soy titular honoraria -por la edad- de la cátedra de Poder Económico y Derechos Humanos desde el año 1994. Los alumnos se inscriben por esa curiosidad de qué tiene que ver la economía con los derechos humanos y en realidad los derechos humanos tienen que ver con todas las carreras. El ingeniero tiene que saber que lo que construye es para los seres humanos, el médico estudia para curar a seres humanos, cada uno en cada profesión trabaja para seres humanos. La economía tiene muchísimo que ver, un ministro de economía quizás no robaría tanto... ¡bah! digamos que no se equivocaría tanto.

¿Se considera feminista?

Mirá, cuando era joven me crié en un hogar machista, me casé con un hombre súper patriarcal. Y casi había empezado a criar a mis hijos, dos varones, con ese criterio, hasta que me fui dando cuenta, cuando empecé a salir a la calle, que yo tenía, además de obligaciones, derechos. Pero para eso tuve que tener mucha calle porque adentro de las cuatro paredes del hogar no se aprende eso, porque vivís en un país machista y autoritario, esos son los márgenes y los códigos que tenés. Luego un día te das cuenta de que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres, porque a veces nos hacen creer que tenemos más obligaciones y menos derechos. Ahora no es como antes. Antes el ama de casa vivía con la propaganda del trapo de piso o la lustradora, eso sí, si tenías la suerte de tener lustradora. Yo fui muy ama de casa.

¿Cómo definiría al feminismo?

Yo considero que las denominaciones feminismo y machismo no tendrían que existir porque el hombre y la mujer tienen que nacer libres para opinar, para pensar, para sentir. Acá están los códigos de Pichón Riviere: pensar, sentir, actuar. Siempre con esa libertad. Si todos los respetáramos se podría convivir mejor.

¿Cuáles son las prioridades en la actualidad de Madres?

Seguir haciendo. Siempre con nuestra política para conseguir la verdad y la justicia, toda la verdad y toda la justicia. No hacer partidismo político porque te debilita en la lucha y dejás de ser solidaria. Las denuncias que nos traen de violaciones de derechos humanos, que las hay en la Argentina, nunca se viabilizan porque cualquier denuncia por violación de los derechos humanos molesta al gobierno que dice: "No acá no se violan los derechos humanos".  Hay muchos acontecimientos con los que tenemos que estar solidarias: los petroleros de Las Heras que están procesados injustamente, los presos de Quebracho que están acusados por escrachar a un responsable del asesinato del maestro Fuentealba. Entonces si nosotras nos hacemos partidistas, esto no se lo podemos llevar al gobierno porque te dice que en eso no se meten.

Yo creo que los organismos de derechos humanos debemos retomar lo que tenemos desde hace cuarenta años y seguir con la defensa de los Derechos Humanos con ética y con respeto para no desviarnos de nuestro objetivo.

¿Esta es la razón por la que se separaron en aquel entonces con Madres de Plaza de Mayo?

Sí, hace casi treinta años. Pero bueno, nos separamos y somos dos grupos, cada grupo trabaja de manera independiente. Además, cada organismo es independiente del resto. Las Madres línea fundadora podemos llevarnos bien con Abuelas de Plaza de Mayo, pero Abuelas tiene otra metodología y otra búsqueda. Y otros organismos tienen su metodología y desarrollo como institución totalmente independiente.

Esto se relaciona con la reciente disolución del Instituto Espacio para la Memoria que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le cedió a Nación.

Eso fue una falta de criterio, de ética del gobierno nacional. Tiene que ver con que el gobierno deseaba tener ese instituto que era independiente, autónomo y autárquico. Seguramente le molestaba tanta independencia y era algo que querían controlar.

Igual, no lo van a poder controlar porque lo disolvieron y pasaron los sitios de la Memoria a la Esma. El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires aceptó el trámite de entrega de este instituto porque no tiene mucho interés en los Derechos Humanos, y el Gobierno nacional tenía la intención de disolverlo, para formar otra cosa. Esta institución funcionaba con ética, respeto, transparencia y además era totalmente independiente. Se hizo mucho: se hizo bibliografía de lo mejor, se siguieron los juicios de cerca, asistiendo a los testigos y se fueron a dar charlas a los colegios e instituciones. Es reconocido también en el exterior.

Yo voy a criticar más que nada la metodología que empleó el Gobierno para llegar a disolverlo. Solapada, sigilosa, por atrás, sin reunirse con la gente que forma ese directorio, sin informar cuáles eran los planes que tenían. No se puede concebir que un gobierno que logró avanzar en los Derechos Humanos, como son los juicios y otras cosas que hemos logrado, haya procedido como procedió, lamentable.

La Ciudad quería desprenderse y no le importó porque recibió plata a cambio, hizo un negocio. Es decir, los Derechos Humanos para la ciudad de Buenos Aires fueron un negocio y para el Gobierno nacional fue disolver algo que seguramente le molesta. Además con la complicidad de personas integrantes de otros organismos con los cuales hemos caminado todos juntos, casi cuarenta años. Es decir, caminas con gente casi cuarenta años y un día se sacan una máscara, por negocios, por idearios, lo que sea, cambian y deforman una trayectoria.

¿Qué opina sobre el traslado del Banco Nacional de Datos Genéticos desde el Hospital Durand, perteneciente al sistema de salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a una dependencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e innovación Productiva de la Nación?

Sobre el traslado del Banco Nacional de Datos Genéticos yo tengo una opinión que no es la opinión de la institución sino que hay opiniones diversas. Acá hay algunas madres que buscan a sus nietitos o nietitas desde todos estos años que estamos juntas y estamos compartiendo con ellas el día a día de esa búsqueda.
Yo no estoy de acuerdo en que la ley esté acotada a los nacidos entre 1976 y 1983. La ley tiene que ser universal, tiene que abarcar a todos, porque si no se hace una discriminación, es decir, tenés que tener el “privilegio” de ser hijo de desaparecidos. No se puede hacer eso en la Argentina dolida y herida como estamos.

También está el peligro en este traslado de que se pierdan muestras. Hay muchas personas que dieron la muestra de sangre y están muy preocupados por la pérdida que pudiera haber. En mi opinión, tiene que haber un serio debate público y abierto que le permita a la gente hacer su propio análisis. Además, al parecer favorecería a los laboratorios privados, que es el punto fundamental.

¿Qué consecuencias políticas y sociales trae el último acuerdo con el Club de París?

Yo hace muchos años estoy integrando el grupo Dialogo 2000 con Adolfo Pérez Esquivel y estamos trabajando el tema de la deuda externa.

Para la deuda externa hay una solución que es formar auditorías. La deuda externa que están pagando, lo reconoció el ministro de Economía en estos días, no es de este gobierno. La deuda la hizo el gobierno militar con los civiles.

Primero fue de 6 mil millones de dólares, cuando empieza el sistema de represión brutal, cuando se empieza a pedir plata para armar los campos de concentración, para comprar las armas con los que mataron y torturaron a nuestros hijos y a nuestras hijas, para pagarle a los genocidas para que torturen, asesinen y se roben bebes, para hacer esa parafernalia del horror fueron pidiendo plata. De paso también pedían plata los gobernantes porque total el FMI no tiene escrúpulos ni moral, tenía mucha plata y daba, daba y daba, aunque fueran gobiernos asesinos.

Cuando termina la historia del terrorismo de estado, asume el gobierno de Alfonsín y lo primero que hace es investigar la deuda a través de un ministro pero recibe órdenes de que tiene que sacar al ministro que quería averiguar quién hizo esa deuda. Sigue entonces el megacanje, con sus intereses, con sus pactos y seguimos aumentando la deuda. Y así cada gobierno va manejando esa deuda a su modo. Este gobierno hace ver que pagamos todo y no es así. Nunca pagamos esa deuda. Además no es la deuda del pueblo, no se puede pagar con el hambre del pueblo.

¿Qué está pasando hoy en Haití con la ocupación militar de Naciones Unidas a través de la Operación MINUSTA?

Es gravísimo, nosotros estamos muy en contacto,estamos muy ligados con la gente de Haití. Yo fui tres veces en comisiones de solidaridad. Esa excusa que se da de que si se retiran las tropas se matarían entre ellos es una hipótesis nefasta y que menosprecia al pueblo de Haití. El pueblo no quiere dominación, no quieren que los controlen. Quiere realmente ser libre como lucharon hace 200 años para ser libres. Ahora esta invasión de tropas extranjeras le priva de esa libertad que como cualquier pueblo quiere disfrutar.
Hay un abuso de autoridad por parte de las tropas que violan los derechos de hombres, mujeres y niños y además con el gasto que genera su permanencia le quitan alimentos al pueblo. Desde que tuvieron los desastres de la naturaleza, a Haití no la ayudaron a reponerse. Hoy todavía viven miles y miles de familias en las calles. Es decir, los países que la tienen intervenida no sirvieron para solucionar el problema gravísimo que es el respeto a los Derechos Humanos de esa población. Ya hay voluntad de algunos países de retirar las tropas como Uruguay, por ejemplo.

¿De parte de Argentina qué ocurre?

De parte de Argentina no hay ninguna voluntad diciendo que ellos están sujetos a lo que las Naciones Unidas deciden. A mi entender, y personalmente lo digo, hay tres países que tienen en el ojo de la tormenta a Haití: Estados Unidos, Francia e Inglaterra por la situación geopolítica de este país. Y recalco que es a título personal porque son temas que no se llegan a discutir en los organismos de derechos humanos en estos momentos.

¿Por qué considera que sucede esto?

Las decisiones políticas que son de envergadura todavía están manejadas por el poder del norte y todavía hay una conveniencia de acatar estas decisiones que vienen de los poderes que hay en el mundo. Yo creo que de a poco, las tropas tienen que ir retirándose con un debido respeto por las decisiones del pueblo. Al gobierno de Haití le conviene esta situación, porque lo manejan desde afuera porque es un gobierno que está impuesto por Estados Unidos.

¿Cuál cree que es el rol que cumplen los medios alternativos en este contexto político?

A mí me parece que los medios alternativos son la salida más democrática. Brindan un poco de aire fresco a toda la parte comercial de la comunicación que viene siempre distorsionada de acuerdo a los intereses de los empresarios. Una cosa es la empresa y otra es la prensa. Siempre las madres la separamos desde que salimos a la calle.

¿Se sintieron acompañadas por estos medios?

Sí, por la prensa alternativa e independiente, por muchos periodistas que vinieron a acompañarnos en los grandes eventos sin haber sido designados por la empresa en la que trabajaban sino que estaban allí por los compañeros desaparecidos.

¿Nota alguna similitud entre la juventud de hoy y la de los ‘70?

No son las mismas circunstancias, en los ’70 había una situación que se venía como un volcán desde el  1955 con los vaivenes de golpes y gobiernos civiles, que además no era civiles del todo,  entre medio siempre estuvo Estados Unidos con sus apetitos sobre Argentina. Ya desde la frase famosa: “América para los americanos”. Ellos fueron los que programaron los golpes militares de América Latina y especialmente en el cono sur de América Latina, el bocadito de oro fue cuando mandaron a Kissinger para organizar el Plan Cóndor.

En este momento veo una parte de la juventud que milita en partidos políticos de la izquierda que todavía tienen que ponerse de acuerdo pero son los que siguen con la voluntad de cambio que quedó de la época de los ’70, cuando nuestros hijos y nuestras hijas luchaban por ese cambio contra la catarata de neoliberalismo que venía.

Pero no veo en la juventud militante la entrega total que había en esa generación que fue abatida tan terriblemente. El sacrificio que hacían, yo lo viví en mi casa, con mi hijo. Tengo confianza en la juventud no es el futuro del país, es el presente, es ahora y en este momento que tienen que ser claros y no tienen que venderse jamás, tienen que seguir una ruta de honestidad, de claridad y de entrega para que la Argentina pueda ser totalmente independiente. Todavía no lo somos. Pese a todo lo que se dice nos siguen dando órdenes desde afuera. Pero creo que la juventud tiene que saber defender su tierra, para que haya educación, salud, vivienda, para que la persona que viva en la Argentina tenga asegurado su bienestar.

¿Qué representa para usted ser una Madre?

Madre como somos nosotras, Madres con mayúscula por el hecho de formar un colectivo de lucha, no nos da privilegios para llevarnos por delante a nadie. Creo que cada día tenemos que ser más centradas dando el ejemplo que dimos por muchos años saliendo a la calle sin miramientos por la historia de nuestros hijos e hijas, de una manera espontánea, de una manera visceral, porque fue y sigue siendo visceral.

Por Trinidad Mele Helguera, Martín Drago, Florencia Abelleira


No hay comentarios:

Publicar un comentario