domingo, 23 de febrero de 2014

“Estoy orgulloso de haber sido el primero en la cumbia villera”



Otro Viento se acercó en una tarde soleada al partido de General San Martin donde en plaza Billinghurst nos encontramos con Dany Lescano, un referente de la cumbia villera. Dany, luego de una corta espera, llegó acompañado por su mujer embarazada y su hijo más chico de dos años.
La charla comenzó en un banco a la sombra, un lugar que de alguna manera fue elegido por Dany para dialogar sobre su recorrido por el mundo de la cumbia.

¿Cómo era tu vida antes de formar el grupo Flor de piedra? ¿Cuándo y cómo surge la banda?

 Yo soy del barrio de Tigre de la zona norte, ahora vivo acá en San Martin porque mi mujer es de acá; me casé hace un año. Cuando arrancamos nosotros con la cumbia norteña teníamos un grupo que se llamaba “La Charanga”, ahí tenía unos 20 años, ahora tengo 57, y empezamso con ese grupo grabando un par de CD pero no tuvimos suerte. Después de un tiempo, me encuentré con Pablo Lescano, y él me presentó los temas y empezamos a grabar “Flor de piedra”.

¿Cómo llegaron a consolidarse como grupo?

 Pasamos por varias compañías discográficas donde guardaban el CD en el cajón y nos decían “después lo escuchamos”, y nosotros les decíamos “no, entonces no”, hasta que llegamos en 1999 a Leader Music, una compañía discográfica donde Juan Costa era el encargado. Nos dijo “vamos a escucharlo”, lo puso en unos parlantes grandes, lo escuchó una y otra vez y dijo: “che, me gusta esto”. Se lo mostró al dueño de la compañía y nosotros nos fuimos, le dejamos el disco porque nos dieron bola y lo escucharon, y cuando llegamos a casa ya habían llamado para que grabemos el disco. Y así empezamos como “Flor de pierda”.

Nos contaste que venias de tocar cumbia norteña, ¿qué los llevo a elegir a la cumbia villera como género musical?

Como primera medida nosotros queríamos hacer otra cosa, queríamos hacer algo original y no copias. También lo que influyó es que nosotros andábamos por las villas, por los barrios y veíamos que tenían otros movimientos distintos a otros barrios como por ejemplo Palermo, tenían otras costumbres. En los bailes también observábamos lo que hacían y lo que pedía la gente, desde arriba de los escenarios se ve todo.

¿Qué intentan mostrar sus letras?

Ser originales, ser distintos a todos, queríamos explotar por otro lugar. Antes se hablaba solamente de amor, de ‘no me engañes’, de ‘que te quiero, te extraño’, entonces ahí salimos nosotros dando un giro de 180 grados a la cumbia. Por ejemplo, el tema que más pegó fue “Sos un botón” porque nadie hacía letras contra la policía, nadie. Este tema me lo pasa Pablito Lescano, yo salía de la cárcel y pensé: “No, voy a caer preso otra vez, dejate de joder”, porque el tema hablaba de un loco que andaba con nosotros de joda y después se hace cana y termina queriendo meternos presos a nosotros, entonces le cantábamos a la policía: “Vos sos un botón, nunca vi un policía tan amargo como vos”, y al final me terminó convenciendo.

¿Qué pensas cuando dicen que sus letras hacen apología a las drogas y al delito?

Yo creo que exageran, lo que vos haces no tiene que ver con lo que escuchas, lo que yo canto no puede incentivarte a nada si vos no querés.

Como vos bien dijiste, temas como  “Sos un botón” reflejan cómo era la relación de la policía en el barrio. ¿Qué análisis realizas?

Yo viví la época de los militares y eso era muy distinto a lo que es ahora, donde había mucha represión y teníamos otra visión. La policía antes era peor que ahora porque venían con la escuela de los militares, te llevaban, te mataban, desaparecías y listo. Nosotros con las letras reflejábamos lo que pasaba, la inseguridad que hay y hubo siempre, lo que pasa es que ahora hay más cámaras, los programas de televisión se meten en los barrios y ves todo lo que pasa en todos lados, también hay mas cámaras de seguridad entonces ahora se ve más.

¿Por qué crees que la cumbia alcanzó altos niveles de masividad?

Porque nosotros cantamos para que la gente se divierta, para que la gente baile. Cantamos en todos lados y con todos los sectores sociales. Nuestra música se escucha mucho en las villas, en la gente humilde y en las bailantas. Después se fue metiendo en los boliches, se fue metiendo en la gente que por ahí antes pensaba que la cumbia era de grasa.
Por ejemplo, ahora  toco en  Palermo Soho y todos se vuelven locos, gente de otro nivel económico que baila y canta nuestros temas.  Nos ha tocado ir a fiestas re cogotudas y la gente alentaba “Flor de Piedra” y se sabía todos los temas.

¿Cómo es la recepción de la banda en el interior del país?

Ahora justo nos vamos a Neuquén, la gente en el interior es más expresiva, ellos nos ven siempre por televisión, entonces cuando vas allá a tocar se vuelven locos.  Lo mismo nos pasa cuando viajamos a otros países, por ejemplo en México la recepción es muy buena. Es loco ver que en el exterior se saben todos los temas.

Se dice que la cumbia villera muchas veces denuncia las cuestiones marginales que se viven en la villa. ¿Crees que de alguna manera hoy han perdido lugar las reivindicaciones sociales?

Hoy la cumbia villera no es lo mismo, ahora te dicen que son villeros y no son, villeros eran los de antes, ahora las letras dicen otras cosas.  Hoy no hay gente que escriba realidades verdaderas, cualquiera canta cualquier cosa, desafinando o no desafinando. La sociedad ha cambiado, los chicos hoy no tienen oído. Hoy no es lo mismo que antes, la situación no es la misma. La sociedad cambia.

¿Te marcó haber sido el pionero dentro de la cumbia villera?

No, yo sigo siendo el mismo de antes. El que me conoce sabe que soy el mismo, yo converso con todo el mundo. Tengo mucho contacto con la gente, hay artistas que no se relacionan con la gente y por eso a mí me ven distinto. Yo estoy orgulloso de haber sido el primero en la cumbia villera.

¿Te molesta cuando utilizan el término “villero” como calificativo peyorativo?

A mí no me importa si algunos dicen villero para agredirnos. Hay gente que escucha nuestros temas y la agita, y después te dicen que sos un grasa. Discriminación hay en todos lados.

La cumbia, como otros géneros musicales, tilda a la mujer de fácil y la representa como un objeto sexual. ¿Qué reflexión tenés sobre esa construcción?

Los temas dicen eso de la mujer porque es lo que vende, yo se que a veces queda agresivo pero es lo que le gusta a la gente. Dicen cualquier cosa y vende igual.

Vos sos un tipo que esta siempre cerca de la gente ¿cómo ves a las villas  hoy, con las mismas problemáticas o han mejorado?

Las villas son siempre iguales, cada vez hay más inseguridad. Para mí todos critican mucho a la Presidenta, y tienen un cero kilómetro y se van de vacaciones; estamos mejor que antes.  Yo no soy de ningún político, y trato de darle lo que más puedo a la gente. Para mi estamos bien pero habría que estar mejor con el país hermoso que tenemos… Igual con las villas las cosas no cambian y siempre fue así.
La entrevista mantuvo siempre el clima cálido y cercano que representa Dany, un músico que sigue conservando la esencia del cantante popular y que como dejó plasmado en nuestro encuentro, sigue siendo el mismo que antes. Luego de algunas indicaciones, retomamos la autopista de vuelta a La Plata, con la certeza de haber sentido el espíritu de la cumbia villera en vida.


 Por Juliana Arias, María Carriquiri y Augusto Soberon. 

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