martes, 29 de octubre de 2013

Otra vez la misma historia

Ayer falleció Luciano Luis Peralta en el Fuero Penal de la Provincia de Buenos Aires.

En horas de la mañana del día 28 de Octubre, Luciano Luis Peralta (38), perdió su vida mientras era entrevistado por María Esther Vigorelli (Defensora Oficial de la Unidad Funcional de Defensa Nro. 6). La causal del deceso no ha sido precisada aún pero, al parecer, el nombrado habría sufrido una descompensación que en instantes le ocasionó un infarto.

La mañana del día de hoy, desayuna a los operarios judiciales con la mencionada noticia. Distintos comentarios circulan al respecto. Nadie sabe con precisión lo sucedido, pocos conocen el nombre de la persona, ni el motivo por el cual había pasado la noche anterior en la comisaría Undécima de Ringuelet. Sin embargo y pese a la escasa información, la situación se presta para ensayar chistes de muy mal gusto, la disputa pasa por ver cuál de todos logrará despertar la mayor cantidad de risas. El triunfante será, sin duda, el más morboso: “… y bueno, por lo menos se fue en libertad, con las patitas para adelante pero libre en fin.”

Ahora bien, ¿Cómo pretender que los agentes judiciales sepan quién fue la persona? Si para ellos una persona judicializada pierde todo atributo que la define como tal, para convertirse en un número de causa más entre tantos otros.

Para aclarar u obscurecer un poco, hay dos versiones que indican el motivo por el cual esta persona fue aprehendida. La versión policial -fácilmente armable- indica que Luciano Luis Peralta fue demorado por haber sido sorprendido con una moto robada (encubrimiento) y por portar un arma de fuego. No obstante, la versión de los familiares de Peralta, refiere que se encontraba en la casa de su ex-mujer cuidando a sus tres hijos y que, por ende, fue detenido arbitrariamente por la policía.

Lo cierto es que hay otra muerte más que se carga en sus espaldas el Estado. Otra persona más víctima de las arbitrariedades policiales y la complicidad judicial, ya que todo sometimiento a proceso judicial es indigno de por si y puede traer consecuencias como las acaecidas. Ahora, ¿Quién investigará este hecho? ¿Condomí Alcorta, el Fiscal de turno que debió intervenir luego de la aprehensión de oficio llevada a cabo por la policía? ¿Condmí Alcorta, el mismo que tuvo una nefasta actuación durante las inundaciones del 2 de abril? ¿Podrá ser objetivo y no cubrir ni cubrirse?


Difícilmente pueda serlo, tan difícil como eliminar los acuerdos corporativos que permiten a los funcionarios violadores de los derechos y garantías ciudadanos seguir ejerciendo sus funciones.    

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