lunes, 29 de julio de 2013

¿Votocracia o Democracia?

8:30 de la mañana. Las articulaciones trabadas por el frío mañanero, hacen que pedalear se torne una tarea cuasi insalubre. El otoño cada vez más invierno, las veredas cubiertas por un manto de hojas y un graffiti en una pared que reza: SI NO HABLA CON EXTRAÑOS, NO LOS VOTE.

De movida, esa frase interpela: ¿sabemos qué estamos votando? ¿sabemos a quién estamos votando? Deberíamos hacer una reflexión autocrítica mínima, sobre el ejercicio del derecho político en las urnas, para elegir quienes nos van a representar (o al menos, lo pretendemos). Deberíamos darle un respeto supremo a tanta sangre derramada para que hoy podamos votar. Tanto el Congreso Nacional como los provinciales, están colmados de personajes desconocidos que se llenan los bolsillos (los suyos, los de sus amigos y los de sus punteros) y que, a pesar de ello, caminan por los centros de las ciudades con total impunidad.



Los personalismos que abundan todas las listas electorales, se encargan de posicionar a un candidato por encima del resto, al punto tal de sacarle identidad a quienes merodean por los suburbios de las listas. Ahora bien, ¿cuántas veces nos cuestionamos por qué pasa esto? Dotar de participación de los afiliados de los partidos políticos, al momento de confeccionar las listas es, al menos, darle un aire de participación a la democracia representativa. Es permitir, que quienes militan en las bases puedan decidir quienes los van a representar, quitándosele poder a las cúpulas partidarias. Claro que esto no pasa, con la excepción de partidos minúsculos. Y con suerte.

Por eso, en este año tan particular, desde Otro Viento nos encomendamos la tarea de empezar a escribir sobre la coyuntura electoral. Para dar un panorama de lo que está pasando, y para que quien nos lea, se cuestione, se interiorice en las decisiones que toma su partido (si es de los afortunados que lo tiene) y que su participación en las elecciones, no se reduzca a entrar ciego al cuarto oscuro y depositar en un pedazo de papel de baja calidad, la esperanza de que algo cambie, ante lo poco que se puede manifestar y todo lo que se quiere reclamar.

Así arrancamos este Junio. Con alianzas de las más dispares, de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Por lo pronto, vamos a contar cuando surgen y que son. Con la Ley Nº 26.571 sancionada en 2009, se produce la reforma a la ley electoral, incorporando las PASO, teniendo como principal objetivo seleccio
nar las candidaturas para los distintos cargos públicos, ya sea de índole nacional, provincial o municipal.
El aspecto más polémico y por el cual colapsó de controversias la ley, es la obligatoriedad que tiene cualquier agrupación política que se presente en las Primarias, de superar el 1,5 por ciento del total de los votos, para poder presentarse en las instancias definitorias. Esta práctica es excluyente. Dificulta a las minorías políticas llegar a las instancias finales.

De cara a las legislativas de octubre

Realizar un análisis pre-electoral cuando restan aproximadamente cinco meses para el inicio de los comicios, es un tanto complejo. Con el transcurso de los días, los distintos sectores políticos comienzan a experimentar diversos tipos de alianzas y rupturas. Vale aclarar que los objetivos de la mayoría de los partidos en danza, son meramente electorales, ya que luego de diez años de hegemonía kirchnerista, no han logrado conformar una oposición con un proyecto político concreto y coherente, sino más bien, han logrado agruparse y diseminarse sistemáticamente, en virtud de no perder protagonismo en las urnas.

Bajo esta lógica aliancista de último momento, no importa tanto conservar la línea ideológica  sino contaminarla y desmantelarla con el objetivo inverosímil de satisfacer una expectativa mayor de votos. Hasta el momento, han surgido uniones y fraccionamientos, y aún así, todavía quedan por cerrarse una serie de acuerdos entre las distintas fuerzas.

Por un lado, se observa el lanzamiento de un  nuevo espacio peronista - opositor denominado “Unidos para cambiar”, conformado por personajes como Hugo Moyano (secretario general de la CGT Azopardo), José Manuel de la Sota (Gobernador de Córdoba), Francisco de Narváez, Roberto Lavagna y Gerónimo “Momo” Venegas.  

Este rejunte, entre distintos políticos conservadores del peronismo  denominado “de derecha” y grandes expositores de la burocracia sindical, pretende posicionarse como una alternativa al kirchnerismo, respondiendo obsecuentemente a las consignas impuestas por los medios de comunicación hegemónicos y sus compinches corporaciones económicas del establishment: cepo cambiario, reforma judicial, ley de medios, corrupción. En fin, proclamándose defensores de la república como Macri de los derechos humanos.

Este armado pone la mira no solo en las legislativas del corriente, sino también las elecciones presidenciales del 2015. En ese sentido, es que interesa la figura de Daniel Scioli (Gobernador de la Provincia de Buenos Aires) y casi el único personaje con posibilidades reales de quedarse con el ejecutivo que, además, ha manifestado su aspiración de sentarse en el sillón de Rivadavia. Sin duda, este va a ser el caballito de batalla en el tironeo entre los dos arcos peronistas.

Por otro lado, se hallan dos armados de “centro-izquierda”, compuestos por el Frente Amplio Progresista (FAP) y Proyecto Sur. Ambos se postulan como una alternativa “progresista” al gobierno actual. Ahora bien, que el principal referente del FAP, Hermes Binner, manifieste que en las elecciones  venezolanas hubiese votado por el candidato de ultraderecha y puesto por el Imperio yankee, Hernán Capriles, muestra con claridad el tinte regresivo de este armado que, como si fuera poco,  dejó deslizar un coqueteo con el macrismo en CABA donde, a su vez, cerró un acuerdo con la Unión Cívica Radical (UCR).

A este acuerdo todavía le resta extenderlo a la Provincia Buenos Aires, pero el mismo se halla trabado por la interna radical. ¿Cualquier similitud o semejanza con la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación es pura coincidencia? Recordemos aquella Alianza que, incapaz de afrontar la desidia dejada por el menemismo, agudizó aún más la crisis que padeció el país a comienzos del siglo XXI.

Pero esto no es todo, aún queda mencionar el acuerdo llevado a cabo en las playas de la costa Bonaerense el verano pasado, donde el liberal Prat Gay, perteneciente a la Coalición Cívica, cerró un acuerdo con Victoria Donda y Humberto Tumini - dirigentes de Libres del Sur, armado que se encuentra dentro del FAP - para ir juntos en la CABA. ¿Qué tan amplia puede ser la vocación aliancista para mezclar al Che Guevara con Adam Smith y David Ricardo? Parece ser que el FAP es tan, pero tan amplio, que perdió la brújula por alguna banca más en la legislatura. Aunque, quizá la brújula no la perdió, sino que cambió el rumbo y giró a la derecha, ya que sus ejes se alejan cada vez más de las reivindicaciones de los sectores populares de la sociedad.

Esta situación provocó en CABA que Unidad Popular, representada por el diputado nacional Claudio Lozano a través del espacio “Buenos Aires para Todos”, se aleje del armado del FAP, dado que no comparte una alianza más conservadora que el kirchnerismo, como es la expresada por Libres del Sur, Alfonso Prat Gay y la UCR.

¿Y qué anda pasando con Movimiento Proyecto Sur? Resulta que a mediados de mayo, hubo un acuerdo entre Pino Solanas y Lilita Carrió - cabeza de un sector de la Coalición Cívica -, por el cual decidieron ir juntos en CABA. Ambos dirigentes se encuentran en decadencia, ya que luego de hacer unas buenas elecciones en años pasados, se vinieron a pique en las presidenciales de 2011. Y ahora, para recuperar el terreno perdido, están reproduciendo el discurso que marca la agenda del Grupo Clarín, apuntando con ello a conformar a los sectores más reaccionarios de la clase media.

La decisión de Pino de aliarse con Carrió, también provocó rupturas dentro de Movimiento Proyecto Sur, ya que por ejemplo, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) decidió alejarse por considerar al acuerdo como un “error político” y un “corrimiento hacia posturas de centro – derecha que  sólo ponen el eje en la corrupción.”

Debido al corrimiento de los sectores de centro-izquierda a la centro-derecha, surge la necesidad de conformar un espacio que agrupe a las distintas organizaciones de izquierda que entiendan que hay que dar una disputa electoral, a pesar de que es un territorio ajeno a estas y completamente funcional a los armados burgueses que disponen del poder económico para invadir con publicidades audio-visuales a toda la sociedad.

El mencionado espacio está discutiéndose entre distintas organizaciones como Marea Popular, Buenos Aires para Todos, MST, el Gleyzer, entre otras. A pocas horas de entrar a imprimir, Marea Popular y Buenos Aires para Todos, lograron cerrar un acuerdo para ir juntos en CABA y, desde su espacio, convocan a los distintos sectores de izquierda a participar del frente.

 En los números que siguen, continuaremos abordando estos temas para aportar al debate, ahondando en las alternativas políticas que se posicionan a la izquierda del kirchnerismo, analizando la situación del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) y del nuevo espacio que encara Marea Popular junto con Buenos Aires para Todos.




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