miércoles, 12 de abril de 2017

Omar, tu lucha sigue en la calle

Estábamos todxs en la sala acompañando a la familia de Omar una vez más. En el ambiente se sentía mucha ansiedad y nerviosismo, nos mirábamos y teníamos la esperanza de que la “justicia” le dé un poco de paz a Sandra, a Milton, a sus hermanxs. El tribunal se tomó su tiempo, como de costumbre, para ingresar a la sala, hasta que salieron dos de los tres jueces, porque uno de ellos aparentemente estaba con problemas de salud.

La secretaria subió al estrado, acomodo el micrófono, ordeno los papeles y leyó la sentencia, entre expresiones obsoletas y letra muerta escuchamos una palabra: sobreseído, y nos dimos cuenta de lo que estaba pasando. Apretamos los dientes, se soltaron los llantos. Quedamos llenos de vacío, con una gran tristeza y una tremenda sensación de impunidad. Afuera había decenas de compañerxs que estaban aguantando con bombos y banderas, cantando a donde vayan los iremos a buscar.

Inmediatamente después de la sentencia salimos a la calle, porque tu lucha Omar, la lucha de tu mamá, sigue en la calle donde nos encontramos una vez más cargadxs de bronca, para gritar bien clarito lo que la justicia silencio: DIEGO WALTER FLORES ASESINO, OMAR CIGARAN PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE.  Y si sentimos tanta bronca y si te sentimos tan presente, es porque te conocimos por tu vieja, que no se cansó de contar tu historia, de pedir justicia, de ir a cuanta marcha, encuentro o charla hubiese. Que se organizó. Que hizo de tu cara un símbolo de lucha, el cual con mucha fuerza llevamos con nosotrxs para decir BASTA, BASTA de matar a lxs pibxs, BASTA DE GATILLO FÁCIL.

Antes de desconcentrar, se decidió hacer una asamblea, una vez más juntxs, en ronda, y con mucho dolor nos escuchamos. Tomó el megáfono Carmen Verdu quien exclamó: “Lo que paso en la sala es lo que ustedes cantaban recién, jueces y fiscales que son parte de uno de los poderes del Estado, protegiendo a policías”, y continuo diciendo que el Estado tiene dos tareas fundamentales: “Criminalizar y reprimir con el código abajo del brazo a los luchadores y a los pobres para disciplinarlos y garantizar la impunidad de los perros guardianes de su clase, eso y no otra cosa es lo que vimos hoy”.

Sus palabras nos hacían ver que la realidad del poder judicial es esa, que actúan con esas lógicas y realizan una ficción en la cual parece que todas las voces son escuchadas, pero en última instancia la funcionalidad a un sistema es lo que predomina. Sin embargo, Verdú remarcó que la lucha sigue, por Omar y por cada unx de los 5.100 pibxs que mataron en democracia, y por cada unx de esxs pibes que en este mismo momento es torturado en una comisaria, en una cárcel o es hostigado en la calle de un barrio.

Sobre el final, la abogada de CORREPI, reafirmó que la lucha sigue también por lxs trabajadorxs que están siendo reprimidxs al pelear por sus derechos, y no porque seamos abogadxs, maestrxs o artistas, sino porque somos un pueblo trabajador que siempre se ha encontrado en las calles, “en un día como hoy nos gana el odio, nos gana la bronca, nos gana el dolor,  pero sobre todas esas sensaciones y sentimientos lo que más nos tiene que ganar es la necesidad de organizarnos y de seguir  peleando, porque ante el ajuste y la represióncompañerxs: UNIDAD, ORGANIZACIÓN Y LUCHA”, concluyó.

Luego tomo la palabra Sandra, su voz reflejaba la injusticia, nos miró con la mirada franca que siempre nos regala, hoy cargada de tristeza y bronca: “Hoy la tristeza vuelve como si fuese el primer día que mataron a Omar”, comenzó diciendo, “este edificio de mierda en el que tendrían que manejar la justicia no lo hacen, está lleno de casos sin justicia como Damián, Marcos, Pali, Cristian y miles de pibes”.

Nos habló de la frustración, la tristeza de una mujer que puso el cuerpo y siempre estuvo firme, mirándonos cada día con convicción y afán de justicia, de la poca justicia que le quedaba por pedir, porque a Omar no se lo va a devolver nadie, y la justicia clasista le dio la espalda: “Hoy me siento muy triste con mucha bronca. No sé si voy a volver a seguir siendo la misma, esa mujer guerrera y fuerte, discúlpenme si lxs decepciono, pero todo esto hoy me demostró que a mí, mamá de Omar, no me sirvió porque él sigue libre. Vine acá con toda la esperanza que ese asesino pague, y no alcanzó, gracias a quienes siempre estuvieron acompañando, capaz mañana me levanto con más fuerzas, pero hoy tengo bronca y dolor”.

Siempre agradecida con las personas que estuvieron con ella, Sandra se despidió de la única forma que pudo en este día, el resto de lxs presentes la aplaudimos lo más fuerte que pudimos, y gritamos una vez más con las gargantas quebradas: Omar Cigaran presente ¡Ahora y siempre! ¡Ahora y siempre! ¡Ahora y siempre! 



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