Vanesa Orieta es la hermana de Luciano Arruga, un pibe 16 años que
hace más de 5 años continúa desaparecido luego de que se negara a robar para
los policías del (ahora ex) destacamento de Lomas del Mirador, donde fue visto
por última vez.Cansada de tantas injusticias, Vanesa sale a la calle todos los
días para luchar por Luciano y por los cientos de Lucianos que hoy viven en los
barrios más humildes de nuestro país. Ante tanta impunidad y desidia, una
militante distinta que nos enseña lo que es lucharla desde adentro.
¿Cómo fue el hostigamiento
policial previo que venía sufriendo Luciano?
Luciano primero sufre, de parte de un grupo de
policías, el ofrecimiento de salir a robar para ellos y ante la negativa, lo
empiezan a detener sistemáticamente en la vía pública y es violentado tanto
física como psicológicamente. En algunos casos las detenciones se prolongaban
mucho, encerrado en una celda de manera ilegal y arbitraria porque no había
motivos para detenerlo, ymi hermano era
menor de edad.
Luciano salía poco de su barrio
por temor a cruzarse con la policía, hasta que definitivamente el 31 de enero
sufre la última detención. Ese día Luciano no llegó a su casa y nosotros
inmediatamente lo empezamos a buscar en las comisarías de la zona. Intentamos
articular con la justicia, que resultó ineficiente. Nos encontramos con poco
interés para acompañar la causa y mucho interés de ocultar lo que estaba
sucediendo.En ese momento empezamos a contactarnos con otros familiares,
dándonos cuenta que Luciano no era el único caso sino que se trataba de una
problemática de muchos pibes víctimas del gatillo fácil y de personas
desaparecidas.
¿Cómo fue el camino judicial que tuvieron que recorrer estos cinco
años sin respuestas?
El proceso judicial siempre estuvo rodeado de impunidad y desidia,
por eso en estos cinco años y seis meses Luciano sigue sin aparecer.En una primera instancia realizamos
una denuncia en la Fiscalía Nº7 de la Matanza, la fiscal Roxana Castelli la
recibe y le da la investigación a la misma policía que denunciábamos, esto ocasiona
daños irreparables en la causa y merece un enjuiciamiento a los funcionarios
judiciales.
Luego
se pide un cambio de fiscal, se pasa a Celia Cejas quien decide investigar a la
familia durante un año y seis meses, eso habla de la criminalización y estigmatización
que los funcionarios judiciales tienen sobre quienes vivimos en los barrios
humildes. Finalmente, a los cuatro años la causa se federaliza, con eso se
cambia su carátula de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada. Que
recién a cuatro años se declare la causa como “desaparición forzada” habla del
poco compromiso del nivel de la investigación. Los pasos que se han dado
tuvieron que ver con el empuje de la familia, de la organización y de los
organismos de Derechos Humanosque nos acompañaron.
¿Qué significa, después de tantos años de lucha, la aprobación del
habeas corpus presentado por ustedes?
Es la primera vez que la causa
de mi hermano llega a una instancia tan elevada reconocida por la sociedad.
Para nosotros cualquier instancia de la justicia es sólo una instancia más,
pero que en el entorno social llegue a cámaraun caso de gatillo fácil es un
logro muy importante. Nosotros tenemos en cuenta que para todos los que vengan
atrás nuestro va a existir una posibilidad de avanzar en los procesos
judiciales, de poder presentar un habeas corpus de forma inmediata cuando
desaparezca una persona y de que la justicia no tenga nada que hacer másque
aceptarlo e investigar.
¿Qué tipo de acompañamiento político han tenido en la causa de
Luciano? ¿Qué rol juega para vos el poder político?
Una desaparición en democracia es una violación rotunda a los derechos
humanos y, para que una desaparición se produzca en democracia, lamentablemente
tiene que estar involucrados varios poderes del Estado, no podemos hablar solo del
aparato judicial, tenemos que hablar también del aparato político, porque una
causa de desaparición forzada se investiga en conjunto,el Estado le tiene que
dar todas las herramientas que tiene a disposición al aparato de investigación
para que se pueda encontrar a la persona que se está buscando. En este caso nos
encontramos con muchas personas que están desubicadas en los espacios que
deberían ocupar. Hablamos de todos, desde las secretarías Provinciales a las
Nacionales, todas las instancias del Estado que tuvieron relación directa con
la causa y en su momento no investigaron, son responsables de que Luciano
permanezca desaparecido.
Recién a cinco años y seis meses
pudimos tener el habeas corpus, eso habla de un estado de desatención con la problemática,
un estado de irresponsabilidad total con los familiares que son víctimas, pero
por sobre todas las cosas por la figura del que no está, que es mi hermano
Luciano. Hoy se sigue torturando y desapareciendo a gente en democracia donde
lamentablemente seguimos padeciendo la violencia institucional por parte de la
fuerza del Estado. Seguimos en una sociedad enferma con personas como el
gobernador de la provincia de Buenos Aires, responsable de la desaparición de
Julio López y de Luciano Arruga y otros tantos.
¿Qué opinión te merece la emergencia de seguridad decretada por Daniel
Scioli y la posterior creación, por decreto, de la policía comunal? ¿Qué es
para vos la inseguridad?
Para mí, y para toda la gente
que vive en los barrios pobres, inseguridad es falta de educación, de salud, de
vivienda digna, de cloacas, de espacio de recreación y de espacios culturales.
Es no poder caminar en un suelo firme pensando en que tu casa se puede caer en
un gran poso de mierda. El
grado de violencia que hay en los barrios tiene que ver con la falta de
derechos, hoy los pibes se mueren por la bala de un policía, así como también
por el paco, por peleas entre bandas, porque los padres no pueden llevar a sus
hijos a un hospital a tiempo, hay un montón de situaciones que para nosotros
son inseguridades y también el gobernador debería tomarlo como emergencia. Hoy
necesitamos políticas urgentes para solucionar este problema que viven los
jóvenes, los niños y las niñas, pero esto parecería no importar.
Respecto a tu militancia ¿por qué elegís una militancia autónoma
frente a cualquier partido político? ¿Qué implica esto?
No es necesario que la persona
que denuncie un caso este dentro de un aparato político determinado. Los
familiares merecemos,si es que la elegimos,una militancia independiente. La
independencia quiere decir que nosotros tenemos la posibilidad y la voluntad de
hablar de nuestra realidad de una forma bien directa sin tener que discutir
esto en ninguna asamblea, ni con ningún dirigente político, ni con nadie al que
tengamos que dar una explicación de nuestros pasos. Muchas veces se burocratiza esta lucha, los
familiares no tenemos una organización orgánica, necesitamos hacer nuestra
experiencia y mientras lo hacemos necesitamos que el resto de las
organizaciones sociales, políticas, barriales, también estén de nuestro lado,
porque esta es una tarea en conjunto.No
son tiempos de individualismos, no son tiempos de personalismos, son tiempos en
donde cada uno tiene que tener los pies sobre la tierra para trabajar en conjunto de forma humilde.
¿Qué significa para vos hablar de democracia y de desaparición?
Significa una contradicción tan
grande que yo pondría entre comillas la palabra democracia. Creo que los
jóvenes tenemos que empezar a ser más críticos con esta democracia, a
reinterpretar a la palabra democracia y a la libertad, darnos cuenta que
tenemos que hacer una crítica de lo que son las
democracias en los sistemas capitalistas. El capitalismo es individualismo, es una carrera en la
que uno tiene que hacer mierda a otro y en ese trabajo individual se pierde el
trabajo en conjunto, la solidaridad. Eso es lo que vemos hoy en nuestros
barrios, la gente vive en su casa encerrada, enrejada, sin importarle lo que le
pasa al de al lado. Hablar de democracia plena y con participación del pueblo
hoy sería mentir a la sociedad, podemos poner el ejemplo de la desaparición
forzada que es la peor cara de la moneda de la violencia institucional y es lo
que hace tambalear a esta democracia constantemente.
Cuando logramos hacer visibles
la cantidad de pibes asesinados por el gatillo fácil y la cantidad de
desaparecidos es cuando realmente vamos a empezar a entender el gran problema
que tenemos en democracia. Mientras tanto creo que es una tarea tratar de
frenar a la violencia, poner el cuerpo para que no sigan matando a pibes. Creo
que en algún momento vamos a poder hacerlo y ahí es cuando vamos a poder
avanzar a una sociedad realmente justa, no “más” justa como dicen los
funcionarios ya que eso implica que siempre va a ver un grado de personas que
van a sufrir la injusticia. Yo quiero una sociedad justa donde todos accedan a
sus derechos, donde se viva en paz y con alegría, y hoy no se vive así.
Por Juliana Arias y Paula Calgaro
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