Luego de un vuelo circundante
(casi como en un ritual) a varios metros
de la presa malherida, o generalmente ya desfallecida, se lanza a pique el
comensal…
Muchos se ha dicho
ya sobre los famosos “fondos buitres” que sobrevuelan nuestro país. Mientras el
tema avanza, muchas dudas quedan en el aire, ¿qué son?¿De dónde vienen y hacia dónde van?
Unos años
atrás…
Corría el año 2001 y el país vivía una de las peores
crisis económica, política y social de su historia. Con una deuda que
representaba el 160 por ciento de su Producto Bruto Interno (PBI), y un nivel
de reservas en el Banco Central de la República Argentina
(BCRA) insuficiente para hacer frente a la misma, el defaultera más que evidente. La representatividad presidencial
mostraba un debilitamiento inconmensurable, con un Fernando De la Rúa escapando de la “Rosada”
en helicóptero, y un descontento social generalizado, materializado en las
calles.
El 23 de
diciembre, tres días después de la huída del ya ex presidente, el país se
declaraba en cesación de pagos de la deuda
soberana. La economía neoliberal de los ’90 dejaba entrever sus verdaderas
consecuencias y exponía a propios y ajenos, lo que en realidad significaba una
economía de mercado y su consiguiente apertura a capitales privados.
Como dijera Cristina Fernández en la última Asamblea
General de las Naciones Unidas, la crisis del 2001 dejaba como saldo cifras
tristísimas. El 25 por ciento de la población estaba desocupada, el 54 por
ciento vivía en la pobreza y poco más del 30 por ciento de los argentinos era
indigente.
Un país arruinado, signado por una reforma estatal de
marcado de tinte neoliberal que empezó con Martínez de Hoz (Ministro de
Economía entre 1976 y 1981) y el crédito pedido al Fondo Monetario
Internacional (FMI) por la suma multimillonaria de 110 millones de dólares, y
que siguió su curso de la mano de Carlitos y su aceptación casi religiosa a
todas las recetas que el organismo internacional imponía para financiar al país
y “salvarnos” de la crisis. Sí, Menem lo hizo.
Algunos de los bonistas, alrecibir la
noticia del default optaron por vender los títulos de deuda que poseían a
cualquier precio; era necesario deshacerse de los mismos. “Mejor pájaro en
mano, que cien volando”, decían. Era un momento de plena incertidumbre para el
mercado financiero. La deuda tomaba la
calificación de “bono basura” y su valor en ese momento era, nada más ni nada
menos, que cero, dado que el default no es otra cosa que el anuncio de la
incapacidad de un país para hacer frente al pago de sus obligaciones.
¿A qué nos referimos con deuda o bonos soberanos?
Un Estado (tanto Nacional, como
Provincial y Municipal) para financiarse tiene, en resumidas cuentas, tres
caminos. El primero son los impuestos cobrados a todos los ciudadanos. El
segundo implica la venta de bienes que son propiedad del Estado, tales como
empresas públicas, terrenos fiscales, cesión de espacios públicos, etc. Y el
tercero, es su capacidad para endeudarse (tomar un préstamo) o emitir deuda, lo
que en la práctica se cristaliza en la emisión de un bono.
El bono emitido, al venderse, permite
al Estado hacerse de dinero mientras que el comprador obtiene el derecho a
recibir pagos a lo largo del tiempo de cierta cuantía (que incluye el pago del valor
nominal*(1) del bono más intereses). Generalmente, esta opción no
representaría un riesgo para el gobierno, dado que si los bonos se pagasen en
pesos argentinos y el Estado no tuviese dinero suficiente en el Tesoro Nacional
al momento del pago (dado los ingresos por impuestos o ventas de bienes) lo
único que debería hacer el gobierno es “imprimir más billetes” nominados en
pesos, y de esta manera, abonar la deuda en tiempo y forma.
Estos bonos son denominados
“soberanos”, para diferenciarlos del resto en cuanto a que son emitidos por el
Estados Nacional, y su valor de mercado es una referencia para los distintos
mercados del mundo. El punto destacable se encuentra en la posibilidad que
tiene el Estado de emitir dinero, lo que hace imposible que caiga en default o
quiebre, siempre que deba cancelar la deuda en su misma moneda.
Muy distinta es la situación si, en
cambio de abonar los bonos en pesos, deben abonarse en dólares (u otra moneda),
como en este caso. ¿Cuál sería el problema entonces? Muy fácil. Si el país no
tiene los dólares, no puede pagar la deuda. Esto es lo que motivó en principio
(sumado a los problemas acarreados por el Plan de Convertibilidad) el famoso
“Corralito” y es en parte, lo que explica hoy el “Cepo” al dólar.
¿Cómo aparecen los fondos buitre?
Siguiendo con el punto anterior, si Argentina dice que no
puede pagar su deuda (y en ese momento tampoco se sabía si podía hacerlo en un
futuro), el valor del bono es, técnicamente, cero. Acá es donde aparecen los
fondos buitre. Fondos, porque en si son
un conjunto de personas o empresas que se juntan para invertir grandes sumas de
dinero; y Buitre porque se especializan en comprar este tipo de deuda,
denominada “bonos basura”, cuando el país entra en default, actuando justamente
como los buitres, aves carroñeras si las hay.
Los bonos en litigio fueron comprados en un 20 o 30 por
ciento de su valor nominal, y gracias a su gran poder de lobby, es que los
fondos buitre intervienen en la justicia norteamericana solicitando el pago del
100 por ciento del valor nominal del bono más los intereses adeudados, habiendo
hecho caso omiso a los canjes de deuda propuestos por Argentina.
Por este último motivo es que uno se refiere a que los
mismos realizan una actividad meramente especulativa (y a pesar de estar
prohibida por leyes estadounidenses). Especulativa porque, en primera
medida, habiendo comprado los bonos a un
precio irrisorio, si en un futuro verdaderamente no se abona el pago de los
mismos, no habría un problema de grandes magnitudes debido a que la deuda se
está comprando a un país/empresa en quiebra.
Pero ante la mínima señal de recuperación (tal como
sucedió en Argentina) y la seguridad que genera la presencia de reservas,
capaces de soportar el pago de la deuda, los fondos actúan. Y dejar pasar los
canjes de deuda propuestos por el gobierno, con quitas sustanciales en los
valores de la deuda, demuestran aún más la especulación con la que juegan estos
fondos de inversión.
¿Qué son los
canjes de deuda de 2005 y 2010?
Reestructurar una deuda implica convertir esa deuda en
una nueva, es decir, tomar el total del monto adeudado a ese momento, y dividirlo
en nuevas cuotas a lo largo del tiempo adicionándole el cálculo de un nuevo
interés. A este concepto se lo suele denominar como re-financiación.
Demostrando intención de pago, el Estado argentino abrió
dos canjes para la reestructuración de las deudas contraídas. En el año 2005
durante el gobierno de Néstor Kirchner y con las negociaciones de Roberto
Lavagna se abrió el primer canje. En este mismo, entró el 76 por ciento de los
acreedores aceptando reestructurar su deuda con una quita de poco más del 65
por ciento del valor. La reestructuración consistió en la emisión de dos bonos
nuevos, cuyos pagos serían ajustados por dos variables distintas. Los del
primer grupo se ajustarían por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y los
del segundo se ajustarían por el PBI.
Los bonos del primer grupo (ajustados por el IPC), serían
los que justificarían la intervención del gobierno en elInstituto Nacional de Estadística y Censos(INDEC) y el
no-reconocimiento de la inflación, para de esta manera pagar lo menos posible.
Pero aquí aparece un inconveniente,
impensado por Lavagna en ese momento, y es el crecimiento “a tasas chinas” del
PBI que se dio en los años posteriores al canje. Por este motivo, el
no-reconocimiento de la inflación generaba -genera y generará- una distorsión en el cálculo del PBI,
aumentando su valor real (descontada la inflación), obligando al país a
incurrir en mayores pagos por el grupo de bonos ajustados por este último
índice.
Abriendo un nuevo canje en el año
2010, la adhesión de los bonistas trepó a un 93 por ciento, quedando el 7 por
ciento restante fuera del mismo. Para lograr este nuevo canje, el Congreso
debió interrumpir la “ley cerrojo” durante el lapso de un año. Esta ley fue una
medida que tomó Lavagna en el primer canje, con el objetivo de lograr la mayor
adhesión posible, impidiendo al Poder Ejecutivo re-abrir (de ahí deriva la
denominación “cerrojo”) el canje de deuda, por lo cual quien no aceptara entrar
en éste, debería abstenerse de cualquier tipo de reclamo futuro.
Dentro del 7 por ciento que no entró
en ninguno de los dos canjes se encuentran los fondos de inversión NML Capital
(con sede en Islas Caimán) y Aurelius Capital, encargados de llevar adelante
los juicios en los juzgados de Nueva York y varios embargos en contra de la
Argentina, como el sucedido el año pasado sobre la Fragata Libertad en Ghana.
Querido Griesa
La causa judicial llegó a manos del
juez federal neoyorquino Thomas Griesa. El juez que dirime la cuestión tiene el
panorama muy claro y desde el año pasado viene fallando a favor de los fondos, y en
contra de nuestro país. En el mes de octubre del año 2012 se pronunció a favor
deNML y Aurelius, argumentandoque, si la Argentina no pagaba, estaba violando
la cláusula de tratamiento igualitario (PariPassu), y por consiguiente que se debía
pagar el 100 por ciento de lo adeudado, es decir, poco más de 1.300 millones de
dólares más los intereses acumulados hasta el momento. Por este motivo, el país
presentó un recurso de emergencia para detener la ejecución del fallo, y de
esta manera, el caso llegó a la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
Con la apertura de las audiencias en febrero
de este año, Argentina intentó demostrar fundamentalmente que al abonar los
fondos buitre, se estaría violando la misma cláusula por la cual se le impone
pagar, es decir, la de tratamiento igualitario (PariPassu).
El 23 de agosto de este año, la Cámara
de Apelaciones reafirmó el fallo emitido por Griesa el año pasado, exigiendo
nuevamente el pago del 100 por ciento de la deuda, explicitando que la
Argentina tiene capacidad de pago, porque no ha comunicado lo contrario.
Estrategia del
Gobierno Hoy: la cláusula de la discordia.
La existencia de la cláusula PariPassu (que fue otra
medida del primer canje), es el arma de doble filo que posee la defensa argentina. ¿Qué dice esta
cláusula? Que ningún acreedor podrá tener un trato preferencial por sobre el
resto, o sea, que todos estarán expuestos a las mismas quitas de capital,
condiciones y formas de pago.
En caso favorable, la cláusula implica que los fondos
buitre deberían aceptar las condiciones de pago que ya aceptaron los demás
bonistas durante los canjes mencionados. En caso desfavorable, si el gobierno
se ve obligado a pagar a los fondos buitre el total de la deuda, se abre la
puerta a que todos los demás acreedores enjuicien a la Argentina por el
incumplimiento de la cláusula.
Esta misma tiene una particularidad más, que es la que
hoy está jugando en el campo de batalla legal, y es que posee fecha de
vencimiento. La cláusula expira el 31 de diciembre de 2014, lo cual explica la
estrategia del gobierno de apelar instancia por instancia, y hasta tratar de
llevar el caso a la Corte Suprema de los Estados Unidos. La idea es interponer
recursos extraordinarios, y estirar el juicio lo máximo posible. Una vez expirada
la cláusula, sea cual sea el pago que se deberá efectuar a los fondos buitre,
el gobierno no deberá preocuparse por el resto de los bonistas.
El Discurso
nacional y popular
Los buitres siguen demandando al país. Enmarcados en lo
más recalcitrante del sistema financiero y el movimiento especulativo,
pretenden cobrar el 100 por ciento de la deuda.El discurso oficial se basa en
el pago en tiempo y forma de sus obligaciones a lo largo de la décadakirchnerista,
sin embargo también se ha resistido al pago exigido por los fondos buitre.
Ahora, las deudas
que pagamos ¿son del pueblo o sólo las paga el pueblo? Ni el gobierno ni los
medios de comunicación hablan del origen de estas deudas. Y aquí queremos hacer
hincapié. ¿Son legítimas o seguimos pagando deudas de gobiernos de facto? No
podemos cerciorarnos de esto, no obstante abrimos el interrogante.
Rafael Correa, en Ecuador, no sólo desterró al FMI de sus
fronteras, sino que se negó rotundamente a pagar la deuda que en la década del
’70 había sido tomada por un gobierno de facto, y para ello apeló a la creación
de la “Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público”, que finalmente
determinó que el 70 por ciento de la deuda era ilegítima y que no sería pagada
por el esfuerzo del pueblo ecuatoriano.
Mientras tanto, sea cual sea la definición en los
juzgados de Nueva York, el pueblo argentino pagará. Y seguirá pagando...
*(1) Valor
Nominal: Es el valor que está escrito en el bono. Es fijo en el tiempo, a
diferencia del precio, el cual varía en el mercado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario