Este 27 de octubre se convoca a todos/asa
elegir a las personas que se sentarán en las distintas bancas dentro del Poder
Legislativo nacional, provincial y municipal. Pero, ¿sabemos qué es lo que
estamos eligiendo?
El Congreso Nacional está conformado por dos cámaras:
la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, las cuales en la actualidad
están compuestas por 72 y 257 legisladores respectivamente. La
primera representa a cada una de las 23 provincias que conforman el país y a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con tres legisladores por cada una. Los
diputados, son los que “representan directamente al pueblo” y la cantidad de los
mismos es variable en función de la población.
En cuanto a la permanencia de los cargos,la duración del mandato de los
diputados es de cuatro años y la renovación de la cámara se da por mitades cada
dos años.En cambio,la función de los senadores dura seis años y el Senado se
renueva por tercio, también cada dos años.
Su principal actividad consiste, básicamente,
en el acto de legislar, es decir, hacer o establecer leyes. Por dicha
actividad, reciben una remuneración denominada “dieta”.La pregunta que cabe
hacerse en este momento es: ¿ejercen la función anteriormente mencionada? Según
datos oficiales de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, en el año
parlamentario 2012 (considerando que el año parlamentario es de marzo a
noviembre) se presentaron alrededor de 2120 proyectos de ley, a razón de 235 por
cada mes de trabajo.
Gracias a
esta labor, reciben la suma módica de 45 mil pesos aproximadamente, sin contar los gastos de representación,pasajes
(aéreos y terrestres) y el desarraigo
que reciben aquellos que viven en el interior del país.
El último acuerdo salarial de los legisladores
nacionales se fijó en un 20 por ciento superior al salario que le
corresponde al máximo cargo de dirección de los empleados del Congreso, según confirmaron Amado Boudou y Julián Domínguez,Presidente
de la Cámara de Diputados y Presidente de la Cámara de Senadores,
respectivamente.
La justificación de los altos sueldos de un director dentro
del ámbito público, se basa en parte a la equiparación que se hace con los
directores de empresas privadas, dado que si los salarios no fueran fijados
dentro de un mismo intervalo (entre $ 30.000 y $50.000), nadie con las capacidades
requeridas para un puesto de director aceptaría tener un cargo dentro del
ámbito público.
Además de lo anteriormente dicho, la justificación del sueldo
de un legislador tiene que ver conlas responsabilidades y dificultades
atribuidas a la tarea que asumen, ya que sus intereses no se vuelvan meramente
mercantilistas dejándose comprar por el poder económico de las corporaciones y/o
de terceros interesados.
Ahora bien, que los legisladores cobren estos
salarios, ¿asegura un correcto desempeño en su función?, ¿es necesario un
salario tan alto para no dejarse corromper?, y acaso, ¿no deberían existir controles
que regulen y muestren el aumento del patrimonio de estos legisladores? ¿No
deberían existir estos registros cualquiera sea el salarios de los mismos?
Tampoco se
puede saber a ciencia cierta la real vocación por legislar de las personas
electas o si en verdad lo que los atrae es esta serie de beneficios. En caso de
que recibieran remuneraciones equivalentes a la de un maestro,¿seguirían las
mismas personas ocupando sus bancas? ¿No sería esta una forma de que se
presentasen verdaderamente quienes tienen una genuina vocación por investigar e
interiorizarse en las problemáticas sociales?
Las remuneraciones percibidas por los legisladores les da la
posibilidad de alcanzar un nivel de vida que difiere
sustancialmente de la realidad social que viven aquellos a quienes representan.
Así se da el caso de que un legislador no se va a encontrar en un transporte público,
seguramente no tenga que hacer una cola para cobrar un subsidio, ni deberá
atenerse a los trámites burocráticos, no llevará a sus hijos a una escuela pública,
ni hará uso del servicio de salud estatal.
Entonces, ¿verdaderamente son los “representantes”
del pueblo? Este nivel de vida los acerca más a la elite empresarial que al
laburante que debe tomarse un tren, un micro o hacer una combinación de ambos
para cumplir con la jornada laboral. Al estar más cerca de este status social, no
sería raro ver que frecuenten los mismos
lugares y que vivan dentro de los mismos barrios. A veces el lobby es
inevitable…Y no sería incorrecto presumir que su visión de la realidad difiera
con la del grueso de la población.
Según la
Ley de Presupuesto Nacional 2013, sancionada en noviembre del 2012, se destinan
3.217 millones de pesos para el mantenimiento del Poder Legislativo, del cual
se calcula que por lo menos un 55 por ciento se destina a los sueldos de los
329 legisladores. Para tener una dimensión del gasto, las inversiones de
capital (infraestructura) en salud, educación y cultura, son de 5.726 millones
de pesos. Es decir, que un cuarto de los que se gasta en la construcción de
hospitales y escuelas nacionales se evapora en el mantenimiento de esta elite.
En contraposición a la situación que venimos
analizando, y para demostrar que no es un planteo utópico, podemos citar como
ejemplo lo sucedido recientemente en la legislatura neuquina. Después de haber
ingresado en diciembre del año pasado a dicha legislatura Raúl Godoy (Dirigente
del PTS, trabajador
de Zanón y Diputado
Provincial por el FIT en Neuquén), presentó en febrero de este año un proyecto
de ley cuyo objetivo es equiparar el sueldo de un diputado con el de un/a
maestro/a.
En palabras de Godoy: “Nosotros dijimos en nuestra
campaña que íbamos a ganar lo mismo que en la fábrica y lo venimos cumpliendo,
porque entendemos que no deben haber sueldos de privilegio por un lado y
sueldos de hambre por el otro”,
reivindicando la propuesta concreta del PTS.
Siguiendo
la misma línea,Christian Castillo (Dirigente Nacional del PTS) puso énfasis en
la importancia adjudicada a la rotación en la banca, marcando que sucedió
un “hecho inédito que es la rotación de la banca obrera del Frente de
Izquierda, que contrasta con todos esos políticos con sueldos millonarios que
se atornillan a sus cargos”.
Por otro
lado, pero en la misma sintonía, el diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva
Izquierda) presentó este 21 de septiembre en la legislatura porteña, un
proyecto de ley para equiparar las dietas legislativas al salario que recibe
una directora o director de escuela de doble turno con 10 años de antigüedad,
que actualmente ronda los11.000 pesos mensuales. En referencia a su proyecto,
Bodart expresó que “apunta al control social sobre los funcionarios
políticos: así se preocuparían más por mejorar los salarios docentes, que hoy
son insuficientes”.
En términos concretos, el salario de estos
funcionarios públicos difiere en gran cuantía de lo que percibe un maestro/a en
una escuela primaria, un doctor/a en un hospital público o cualquier otro
trabajador/a. Cuando en realidad, muchas veces, si comparamos el esfuerzo y
lacapacidad para desempeñar la tarea que realizan, no se ven reflejados en el
monto de sus "dietas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario