Contratapa Interior | Otro Viento N° 8 |
Como toda religión te
dan la televisión, que comercia con el morbo, que te imprime la violencia.
Distorsiona realidades para quemarte la cabeza.
El 11 de junio, Ángeles Rawson, una adolescente de 16 años,
era encontrada asesinada en una de las sedes de la Coordinación Ecológica
Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE). A partir de ese día la
televisión hizo del hecho literalmente un festín: entre el 10 y el 28 de junio,
según la Consultora Ejes ,
el caso tuvo más de 600 horas de pantalla. Por eso, ante tanta opinión barata,
preferimos no hacer un análisis del caso en concreto, sino del tratamiento que
se dio desde los medios.
Las pantallas de todos los que habitamos el suelo argentino,
se colmaron de especialistas en criminología. Claro está que no hace falta
haberse roto el lomo estudiando una carrera como esta para dar opinión ¿Para
qué? Si total el siempre bien peinado Santiago Del Moro, es capaz de analizar
en cámara lenta que los rasguños de Mangeri, fueron autoprovocados. No hace
falta llamar a un Perito, si total Luis Ventura, chimentero y ex Director
Técnico de El Porvenir, resuelve el caso afirmando que el padrastro la mató
porque tiene cara de loco.
Da miedo pensar como la vorágine del rating, no permite
tener ningún tipo de escrúpulo. En el programa “360” de A 24,
conducido por el eternamente nefasto Mauro Viale, hemos podido escuchar a
uno de sus panelistas afirmar que un hombre que aparecía cerca del edificio de
la calle Ravignane ¡era sospechoso porque tenía un gorro de lana negro!
Lombroso, Garófalo y los positivistas criminológicos, están de fiesta. Sus
macabras ideas subsisten en muchos de estos personajes que avergüenzan a la
profesión ¡Si Walsh los viera, que patada en el culo les daría!
No podemos olvidarnos del papel que también cumplieron los
medios gráficos. El Diario Muy, versión amarillista (aún más) de Clarín, en su
edición del jueves 27 de Junio, publicó en tapa las fotos del cuerpo ya sin
vida de la menor, entre todas las bolsas de basura. Si eso no es ser hijo de
puta, ¿qué es? ¿Qué se va a comprar Magnetto con las regalías que le dio la
venta de toda la tirada? ¿Qué nos lleva a nosotros como sociedad, a agotar la
tirada?
No estamos minimizando el hecho. Nunca la muerte de una
persona puede ser tratada como un hecho menor. Sin embargo, está claro que
resulta más rentable hablar de algunas muertes que de otras. ¿Por ejemplo
escuchaste hablar de Florentín Díaz? ¿Ah, no? Díaz era un integrante de la Comunidad Curushy
que falleció el 22 de mayo, luego de ser brutalmente reprimido por la policía
durante una protesta que realizaban 13 comunidades de los Pueblos Originarios
en la provincia de Chaco.
Aparentemente, los medios, y sobre todo la televisión,
exigirían ciertos requisitos que no todos están en condiciones de cumplir. No
basta solo con morir, también tenés que dar bien en cámara. Así empaquetan la
neurosis, le ponen un moño, y te la venden. La información deja de ser un
derecho y se vuelve material descartable. La persona es equivalente a una
mercancía, y esa mercancía se valúa en el mercado según su potencial para ser
noticiable.
Ah, y el crimen de Ángeles es un femicidio. Que no te queden
dudas.
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