Entrevista a HIJOS La Plata

“Lo que nos parece que no va es utilizar el nombre y la identidad histórica de las organizaciones de Derechos Humanos  para hacer política a favor de un gobierno”

Las rupturas dentro de las organizaciones de Derechos Humanos siguen su camino y Otro Viento se sentó a hablar con Julio Avicento y Maria Victoria Prigione Greco, integrantes HIJOS La Plata, sobre su actualidad, su posición frente al gobierno y su continua lucha por la impunidad de ayer y hoy.

Se cumplieron 37 años del 24 de marzo y el acto central en la ciudad de Buenos Aires estuvo bastante  polarizado ¿Cómo analizan esto y cómo se posicionan?

Julio: No es la primera vez que sucede este tipo de disputas, tiene que ver con las disputas internas que hay adentro del movimiento de Derechos Humanos (DDHH) desde hace mucho tiempo pero se puede enmarcar como un antes y un después cuando fueron los 30 años del golpe en el año 2006 que fue la última vez que se hizo un acto conjunto. No es grato para nadie tener que  andar disputando la plaza de mayo, donde se marcha, más en una fecha que supuestamente convoca a toda la sociedad y no solamente a una cuestión sectorial.

Para nosotros lo que se confunde es lo que es una gestión de política de Estado con lo que es una gestión de gobierno porque cualquier compañero que quiera acompañar las políticas del gobierno puede militar en las organizaciones partidarias al mismo pero lo que nos parece que no va es utilizar el nombre y la identidad histórica de las organizaciones de DDHH para hacer política a favor de un gobierno. Además, esto tiene que ver con cuál es el rol concreto de una organización de DDHH que nace para denunciar al Estado y no puede trabajar desde el Estado por que ningún Estado se va a denunciar a sí mismo.

M. Victoria: También nos parece un poco ingenuo esto de decir ‘acompañamos la lucha por los DDHH del gobierno’ y no ver lo qué hay detrás de eso políticamente. Para nosotros esa es la real estrategia del gobierno kirchnerista la de levantar la bandera de los DDHH y de cambiar algo para que en realidad nada cambie.

“No podemos decir que hay justicia en el país por que juzgan a 300 milicos nada más  y hay 200 desaparecidos en democracia”

·         Haciendo un paralelismo entre la división de Abuelas y Madres con Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini por un lado y a Nora Cortiñas, Elia Espen y otras, por otro, ¿se podría decir que en H.I.J.O.S se dio un fenómeno similar?

Julio: H.I.J.OS se organizaba a nivel nacional en lo que eran los congresos nacionales de H.I.J.O.S a los que acudían todas las regionales que existían en el país, nosotros participamos hasta 2006, a los tres años del gobierno kirchnerista. Nosotros como regional La Plata, la regional de H.I.J.OS Zona Oeste, la regional Mendoza y muy pocas más planteábamos la discusión, desde la asunción de Néstor Kirchner, de qué posición, como colectivo de coordinación de H.I.J.OS a nivel nacional, íbamos a tener con éste gobierno.

Sistemáticamente las regionales, no curiosamente, Córdoba, Capital y Rosario ninguneaban esos planteos y se negaban a discutir. Esa tensión lo sostuvimos hasta que era insostenible y evidente que muchos compañeros de esas regionales estaban teniendo lazos políticos con sectores del kirchnerismo y estaban armando política por fuera de la organización.

M. Victoria: Y otra cosa tiene que ver con la denuncia a la impunidad actual y la represión que se sigue sosteniendo desde Estado. Hace rato que los otros organismos abandonaron estas luchas y, para nosotros, las entregaron en pos de otros intereses. Ese es uno de nuestros ejes fundamentales, la vinculación con la impunidad de ayer con la impunidad de hoy. No podemos decir que hay justicia en el país por que juzgan a 300 milicos nada más  y hay 200 desaparecidos en democracia y todos los días matan un pibe por gatillo fácil y las tercerizadas son el aparato parapolicial del Estado.

                                                                                 

×          La última dictadura tuvo también participación civil que aún sigue impune ¿Qué opinión les merece?

Julio: Se ha instalado esta cosa de decir que hay que avanzar sobre la responsabilidad civil lo cual me parece perfecto pero esto no implica que ya la responsabilidad policial y militar este completa en su investigación. En cuanto a las grandes empresas hace falta una definición política real de querer transformar este país ¿cómo vas a querer avanzar sobre la responsabilidad de los empresarios cuando en realidad el Estado hace negocios con esas empresas a las cuáles está supuestamente denunciando?

Otra cuestión es la responsabilidad de la Iglesia católica. Estamos hablando a 37 años del golpe si el Papa Francisco I participó o no de la dictadura. Si hubiéramos investigado antes, como se tenía que investigar, la responsabilidad orgánica de la Iglesia católica en el terrorismo de Estado no estaríamos discutiendo esto. Me parece que esa también es una deuda con la cual hoy va a ser mucho más difícil meterse porque ya la Presidente ha salido a saludar la asignación del nuevo Papa. Teniendo a un Papa como dicen ellos ‘argentino y peronista’ ¿vamos a avanzar sobre la responsabilidad real de la iglesia católica en el terrorismo de Estado?

×          El miércoles pasado presentaron su último libro ‘La Justicia a cuentagotas. Un análisis crítico del proceso de reapertura de las causas contra los genocidas de la última dictadura’ ¿Con qué se van a encontrar los lectores?

Julio: El libro nace de constar que en los órganos oficiales del Estado, que difunden información sobre la situación real de los juicios, no hay información o hay información pero de manera fragmentada. Por ejemplo, el Ministerio Público Fiscal hace tres informes anuales cada trimestre y un informe final cada año ¿qué podes leer ahí? Se destaca lo poco que se ha avanzado respecto a la situación de impunidad que había cada año anterior pero no se destaca cuáles son los problemas estructurales clave para destrabar la situación general de estancamiento de la justicia, de falta de voluntad de hacer avanzar. Son datos que te terminan de confirmar  cuál es el alcance real de este supuesto impulso a la condena de los genocida. Es mínimamente mostrar que se hace algo cuando en realidad así lo que fue la dimensión del aparato represor de Estado no va ser juzgada nunca.

M. Victoria: Otra cosa que hacemos es comparar los datos de los milicos procesados con los luchadores populares procesados, los muertos impunes con los desaparecidos en democracia. Siempre estamos en esa balanza tratando de ir y venir en eso porque si no, es como que nos contentamos solo con que queden los milicos presos y no, es todo lo contrario.