Bienvenidas/os
al mercado sexual, parece que aquí gozar también es para unas/os pocas/os. ¿Qué desean los hombres y mujeres cuando desean?
No hablamos de amor exclusivamente, sino sólo de deseo sexual. Parece que la
lógica del mercado también limita a quienes pueden tener sexo libremente sin sentir pudor o
vergüenza delante de algún hombre o mujer desnudos ¿o es cierto que el placer
no tiene estuches definidos y predeterminados? ¿Sólo los “perfectos” gozan?
La sexualidad es
un tema que atraviesa a toda la sociedad, tanto a hombres como a mujeres. El
acto de goce y deseo no discrimina. La sexualidad humana está presente en el
sujeto desde que nace y se modifica en todas las etapas de su vida. Se trata de
un proceso que involucra elementos biológicos, sociales y culturales, y que
incorpora en el hombre y la mujer un conjunto de pautas, conductas,
conocimientos, creencias, valores y actitudes que permiten la práctica de dicha
sexualidad.
El acto sexual, contiene los niveles más gustativos
a los que un ser humano puede llegar, por ello el momento íntimo de cualquier
tipo de pareja, tiene que ser un acto libre de prejuicios y estereotipos. Pero parece ser, que en ese mismo momento,
muchas mujeres, especialmente, se sienten sin capacidad de seducir, ¿por qué?
Porque pesa, y mucho, “la figura” que enseña e imprime el sistema, sin dejarle a la mujer ser libre, capaz de
gustar y con las mismas ganas que todas de tener sexo. Muchas mujeres no
tienen ese cuerpo “ideal”, ni bustos grandes, ni panzas chatas, ni colas sin
celulitis. ¿Y qué? ¿Acaso por eso no pueden gozar de igual modo que las lindas
modelos? ¿Acaso el libido es sólo para los “lindos”?
Esta lógica del
mercado que dice qué debes usar, cómo debes verte para el resto, qué ropa es
“adecuada” para disimular las “imperfecciones”, qué debes consumir, se mete no
sólo en tu vida social, sino también en tu vida privada, en tu cama. Es por ello que la sexualidad no sólo compete a lo
biológico sino fundamentalmente a lo socio cultural.
El cuerpo de las mujeres desde los
medios masivos de comunicación
El rol que juegan los medios masivos de comunicación en la construcción de
un estereotipo de mujer “sexy” es fundamental a la hora de hablar de la sexualidad femenina. Esa construcción que hacen los medios de mujer como objeto de deseo
se observa en revistas, propagandas y programas de televisión que
constantemente emiten mensajes para que la mujer le de placer al hombre, sea
una especia de geisha, que se cuide, se vea perfecta las 24 horas del día y sea
“sexy” sólo y exclusivamente para su pareja.
Vale mencionar que siempre su pareja es un hombre, no caben aquí los
innumerables tipos de vínculos sexuales que se desarrollan en la sociedad. Tal
como lo expresa la antropóloga Maquieira, los medios transmiten la mirada
patriarcal y opresora de género de manera naturalizada donde se producen y
reproducen los fenómenos de discriminación y exclusión.Las representaciones
sociales que se desarrollan a partir de éstos reproducen la ideología
existente, dominante.
“Cómo ser sensual: las claves” titula una de las publicaciones de la
revista Cosmopolitan, uno de los medios gráficos que más representa ésta idea
de que la mujer debe ser sexy para el hombre: “Incluso cuando la cita esté a punto de concluir, tienes la oportunidad
de mostrar tu sensualidad gatuna. Sabemos que a los hombres les excita la
persecución y si te colocas en una situación en que forzosamente ha de seguir
tu rastro, iniciará la caza de modo instintivo” es uno de los tanto
“consejos” que brinda la publicación. Ésta y muchas otras revistas que se
atribuyen ser “para mujeres” están constantemente pensando en cómo atraer, dar
placer y conquistar a una pareja masculina, mostrando a una mujer que vive por
y para “su hombre”.
Y ni hablar de las publicidades de perfumes, maquillajes, productos de
belleza, entre otros, donde se busca estar más “sexy”, la mujer no usa éstos
productos para ella misma sino para “verse mejor” para un otro masculino. En ningún caso se muestra una mujer independiente con decisiones
propias, transformadora y sobre todo con deseos propios. Sino más bien, según
los medios, la mujer debe gustar, debe cumplir los deseos del hombre, debe
esforzarse para mantener una figura física acorde a los ideales de la belleza
establecidos socio-culturalmente.
Vale tener en cuenta que estos estereotipos se construyen desde que se
comienza a convivir en sociedad. En los años de socialización primaria y secundaria de las
niñas, estas construyen un modo de ser. Este imaginario social, influye directamente sobre la psiquis de las niñas
y sobre su forma de relacionarse con su entorno social, deben ser lindas y
exitosas para que los chicos gusten de ellas. Desde
pequeñas las muñecas tienen una imagen “perfecta”, es decir perfecta para el
mercado que genera una imagen específica que vende millones de pesos,
barbies esbeltas, rubias, con una
cintura diminuta, una cola parada y unos bustos
del tamaño adecuado. Es verdad que de vez en cuando te meten una barbies
“de color” ya que ellos no discriminan.
Esto luego se traslada a la adolescencia y a la adultez donde buscan ser
siempre “bellas” para poder seducir, para poder relacionarse con el hombre y
para poder gozar. Están pensando en el momento que les sacan el sostén, que sus
pechos no son sexis, ya que no tiene el tamaño “ideal”, que las caderas se ven
anchas frente a la propaganda de cremas, perfumes, y para colmo hay celulitis
ya que no pasamos tiempo en el gym y con muchos electrodos
Entonces, ¿qué es sentirse linda o “sexy”? Estar
conforme con una misma y no con los parámetros que impone la sociedad, no hay
una concepción univoca de lo que es “bello”, la belleza se aprecia de múltiples
formas, y nada ni nadie debería funcionar como juez único. La
sociedad reproduce ciertos elementos de representaciones sociales de género que
genera violencia hacia los cuerpos de las mujeres, hacia su forma de actuar,
pensar y sentir. Debemos ser críticos frente a las imágenes que representan a
la mujer, imágenes del patriarcado, del sexismo y del capitalismo, porque el
goce no es exclusivo de unas/os u otras/os. Todas podemos gozar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario