Los espacios de la fiesta y la revolución
Hay manifestaciones artísticas que trascienden su género e involucran todo un conjunto de acciones y creación de situaciones que van más allá de su propio carácter. Podría decir que su potencialidad radica precisamente en ese efecto multiplicador de experiencias que constituye un hecho cultural en si mismo des-limitando su sentido originario.
Son los escenarios, los eventos y el imaginario expansivo de la década los que marcan la importancia de la espacialización y la reconstitución de los lugares para la concreción de una praxis vivencial en la que claramente el binomio arte y vida se fusionaba con ideales revolucionarios de profundas transformaciones socio cultural.
Así en el año 1967, dos canciones, “Peny Lane” y “Strawberry Fields For Ever” de los Beatles daba cuenta de una relación de empatía con los lugares donde las historias se sucedían pero donde el registro poético de una sensibilidad nueva iluminaba la vida cotidiana de un día en una calle de un barrio en el norte de Liverpool. Entre irreverente y emotiva esta evocación a la memoria y a la permanencia en el tiempo contrastaba con la melancolía emanada de la expresiva vos de John Lenon en alusión al orfanato de los lejanos recuerdos de infancia.
La ciudad, sus lugares, sus experiencias se filtraban permanentemente en la música de los “fabsfour”……Liverpool su escenario proletario, portuario e industrial nunca dejo de estar presente.
Posteriormente,fueron las 24 horas de “Sueños en Technicolor”, entre el 29 y 30 de abril del 67 el evento que marco el cambio de escala y la trascendencia de la cultura rock que se comprometía y se universalizaba rapidamente .En el espacio de una vieja Iglesia Londinense en desuso, se convocaron artistas, poetas, músicos para generar un evento multidisciplinario donde se sucedían interpretaciones y acciones experimentales que dejaban claramente la marca de la experiencia psicodélica.
Registrado fílmicamente, se puede ver con claridad el sentido de happening, donde manifestaciones artísticas que iban del body art, al arte conceptual se articulaban sin solución de continuidad. Pero sin lugar a dudas fue la presentación de Pink Floyd la que cambiaría radicalmente la entrada en el universo multimedia y a la experimentación musical propia del periodo en el que Syd Barret lideraba la banda. Las estructuras armónicas y rítmicas fluían en espacios indeterminados mezclándose de manera heterodoxa generando un nuevo sentido a las prácticas colectivas de dimensiones artísticas tan lúdicas como aleatorias.
Un hito casi iniciático sería en Junio del mismo año el festival de Monterey. Confrontado con sus propias fuerza el poder de los jóvenes, como sujeto social protagonista de la transformación epocal generaría su primer mega evento de una escala cuyas dimensiones superaban las experiencia localizadas y situadas de la Cavern; el Marquee y Ufo en Londres.
El baricentro de la cultura rock iba al encuentro de su celebración colectiva en la sublimación de los grandes festivales a cielo abierto. Monterey fue el principio del poder de las flores, la autogestión independiente y los vientos de cambios de la radical renovación de los códigos musicales.Jimy Hendrix; los Who y Ravy Shankar fueron sus principales íconos. En ellos se cruzaron paroxismo estético y destrucción de una escena violenta en la presentaciones de los dos primeros así como las armonías inextricables de la música hindú que se abría como hiato a las exploraciones de hibridizaciones posteriores de variada heterogeneidad.Caleidoscopico, multicolor, multirracial, experimental, libre tal fue el inicio de una cadena de festivales que como ciudades de variada magnitud llevará a Woodstock y de allí al Glastonbury de nuestros días.
Otros hitos de manifestaciones colectivas serían Mayo del 68 en Francia , las revueltas de Berkeley, o los reclamos por la Universidad libre de Berlín,en todos ellos el rock no dejo de acompañar y testimoniar estos acontecimientos revulsivos en los que ganar la calle implica el más importante acto comunicacional de interacción entre vanguardias artísticas y políticas.
Acaso en “Street Fighting Man” de los Rollings Stones o en “Revolution” de Jefferson Airplane quedaran plasmados mas que una epica histórica el punto de encuentro entre Rock y realidad. Los primeros relatando la salida a la calle y las luchas estudiantiles-obreras en París, en Praga o en Londres, mientras que los segundos compenetrados con la mística Hippie exaltando las ideas comunitarias que se oponían claramente a la guerra de Vietnam.
Nuestro Rock no ha sido ajeno a estos universos de provocación, contestación y alternativa. Si en sus momentos fundacionales funciono como un sistema de traducciones estéticas referenciadas en bandas anglosajonas, claramente las figuras pioneras de Los Gatos; Almendra y Manal le dieron un tinte no solamente generacional sino articulado con problemáticas locales.
Sus búsquedas testimoniaron una manera de asumir la pertenencia a circuitos culturales que como las del Instituto Di Tella dirigido por Jorge Romero Brest intentaba plasmar una vanguardia con epicentro en Buenos Aires pero de proyección internacional. Al dar lugar al experimento artístico alternativo a la cosificación de las academias y de las galerías de arte, la misma emergente cultura rock local tuvo su espacio de lanzamiento interactuando con el mas informal lugar de encuentros de jamás y zapadas en el bar de “La Perla del Once”.
Así entre Balvanera y la calle Florida entres otros lugares urbanos, mas los vórtices seminales de ciudades como Rosario; Quilmes y La Plata, nuestro rock se consolidaría poética y musicalmente como los principales referentes de habla hispana.
Generalmente con referencias a contextos pocas y escasamente democráticas, esta época heroica hasta entrados los ochenta se torno resistente a dictaduras o a restricciones e interdicciones que no impidieron la cristalización de obras absolutamente personales, creativas y de notorio espesor estético.
Desde los Festivales B.A.Rock del año 1970 a los eventos realizados durante la ultima dictadura militar, bandas como Pescado Rabioso;Invisible;La Máquina de Hacer Pajaros;Aquelarre Serú Giran,Vox Dei,La Cofradía de la Flor Solar o Patricio Rey y los Redonditos de Ricota no dejaron de minar la ceguera antidemocrática del autoritarismo de turno construyendo un espacio de resistencia libertaria donde aun mediante lenguajes cifrados otros vientos recorrieron el sur liberándose de las miserias del obscurantismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario